Mientras las manifestaciones seguían caldeando el habiente, ayer en la tarde egipcia, las Fuerzas Armadas salieron en claro apoyo a los ciudadanos y dejaron de lado a un ex aliado. El Ejército de Egipto se comprometió ayer a no disparar en contra de protestas pacíficas, mientras miles de personas agudizaban la presión e insistían en la salida del presidente Hosni Mubarak.
Los militares, que colocaron a Mubarak en el poder en 1981, parecían estar evaluando si cambiar su lealtad mientras adversarios al general retirado hablaban de reunir hoy a millones de personas en las calles para marcar una semana desde que comenzaron las inéditas protestas.
El comando militar, que podría preferir mantener un sistema de Gobierno de 6 décadas respaldado por la fuerza armada que prolongar el apoyo a Mubarak, emitió ayer un comunicado calificando de "legítimas" a las demandas de los manifestantes y prometiendo no usar la fuerza contra quienes se expresen pacíficamente.
En tanto más de 300.000 personas, desafiaron al régimen en la sexta jornada lucha y en la antesala de la "marcha del millón de personas" con la que la oposición pretende hacer hoy una demostración de fuerzas.
"¡El pueblo quiere la salida del presidente!", corearon miles de egipcios en El Cairo. "¡Levántate Mubarak! ¡Hoy es tu último día!", era el grito de una multitud en Mahalla, una ciudad textilera en el Delta del Nilo.
En este marco ayer las Fuerzas Armadas, acorralaron, junto a la gente al presidente, y tras el primer comentario formal sobre los sucesos, el comando de las Fuerzas Armadas emitió un comunicado apoyando a la gente. "Las Fuerzas Armadas no recurriremos al uso de la fuerza contra nuestro pueblo", dijo, aunque aclaró que actuaría contra quienes intentaran saqueos.
"Sus fuerzas armadas, que son conscientes de la legitimidad de sus demandas y están dispuestas a asumir su responsabilidad de proteger a la nación y afirman que la libertad de expresión a través de medios pacíficos está garantizada", agregó.
Por otra parte unas 2.000 personas se manifestaron, en el centro de El Cairo, en apoyo del presidente egipcio, Hosni Mubarak.
Los manifestantes se encontraban apenas unos cientos de metros de la plaza Tahrir, donde miles de personas pedían la renuncia de Mubarak.
Los simpatizantes oficialistas, por su parte, corearon eslóganes y agitaron pancartas que decían "Sí a Mubarak", "Estamos a tu lado" o "Te queremos presidente".
En este marco la familia del presidente de Egipto escapó ayer a su mansión de 13,5 millones de dólares, en Londres. El hijo del mandatario, Gamal, de 47 años, quien supuestamente ideó el plan de escape, y quien supuestamente sería el sucesor en el poder, se trasladó en un jet privado junto a su familia, llevando al menos 97 valijas y cajas.
Según informó la prensa británica, el presidente de Egipto, de 82 años, y su esposa Suzanne, de 69, también planean escapar a la lujosa propiedad londinense.