El primer gran sorteo de casas bajo la gestión giojista se hizo en septiembre del año 2009 y la gran expectativa hizo que muchas de las familias inscriptas en el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) se agolparan en el interior y la vereda de la Caja de Acción Social para seguir de cerca el resultado que marcaba el bolillero. El primer día se adjudicaron 700 soluciones habitacionales y completar el cupo total de 2.271 demandó cuatro días.
El padrón general estaba compuesto por 48 mil aspirantes y entre los que se vieron beneficiados con una casa propia hubo gente con discapacidad y excombatientes de Malvinas. Los dos sectores tienen un cupo instituido por ley, al igual que de ahora en más los integrantes de la fuerzas provinciales de seguridad.