El profesor del centro de ciencia deportiva de alto rendimiento Juan Francisco Marco explicó una serie de hábitos que, ya sea por desconocimiento o por falta de tiempo, afectan negativamente  los resultados que se puede conseguir tras practicar deporte. 

 

1- No realizar estiramientos: después de practicar deporte, el cuerpo se encuentra en un estado de alta actividad y es necesario ayudar a la musculatura y al sistema cardiorrespiratorio a volver a la calma. Para ello hay que realizar “estiramientos suaves y de baja intensidad, de forma que no haya mucha tensión muscular” explica el profesor.

 

2- No ducharse: además de por higiene, una ducha “estimula la circulación sanguínea y ayuda con la lipólisis, un proceso metabólico que quema los lípidos cuando hay un cambio de temperatura brusco”, explica Marco, quien recomienda ducharse con agua fría, aunque pueda ser menos agradable.

 

3- Tenderse en el sofá después de entrenar: “Para el cuerpo, no es bueno un cambio brusco de estar muy activo a detenerse de golpe”, afirma el entrenador: “al cuerpo hay que desacelerarlo progresivamente, para ello es mejor mantener un mínimo de actividad”.

 

4- No abrigarse: el esfuerzo del entrenamiento hace que sintamos calor, y por eso muchas veces no nos abrigamos lo suficiente cuando terminamos. En este momento, el organismo, que está tratando de reponerse del trabajo realizado, está más expuesto al contagio de enfermedades porque sus defensas están más bajas.

 

 

5- Falta de hidratación: es muy importante acostumbrarse a beber agua o alguna bebida isotónica antes, durante y después del ejercicio. El profesor Marco también advierte que es necesario diferenciar entre bebidas isotónicas y bebidas energéticas, que tienen componentes, como la taurina, cuya función es estimulante, que es el efecto contrario al que se busca tras el entrenamiento.

 

6- La alimentación: al terminar la actividad física, además de hidratarse, hace falta recuperar la energía perdida mediante carbohidratos de absorción lenta, como arroz, pasta o cereales. También es necesario ingerir proteínas de absorción rápida para reparar las microrroturas musculares que se producen durante el ejercicio, para ello son buenos el atún y la soja.

 

7- Fumar: es un hábito nocivo en cualquier momento, pero más después de practicar deporte, porque las vías respiratorias están “más abiertas y todo lo tóxico que aporta el tabaco entra con más facilidad a los pulmones y al organismo”.

 

Fuente: RT