A principios de este año salió la Licitación Pública Internacional para competir y presentar ofertas por el paquete accionario mayoritario de la firma que administra el servicio eléctrico en la provincia, que hoy está en manos de Energía San Juan. Desde el 21 de enero, los interesados en hacerse cargo del negocio pueden comprar los pliegos licitatorios y realizar consultas, pero a menos de 20 días de que finalice el plazo para hacerlo -28 de febrero-, nadie se presentó y ni siquiera hubo consultas, dijeron desde el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE), cuestión que llamó la atención de las autoridades del organismo.
Según se supo y como ya adelantó DIARIO DE CUYO hace un mes, la oferta de cualquier empresa interesada tendría que superar los $350 millones por el 51% de las acciones, para así superar la que presentará ENSJ, según confió en la oportunidad un directivo de la compañía de capitales chilenos.
"Nadie compró pliegos y tampoco se acercaron a preguntarnos algunas cuestiones que tienen que ver con la licitación y que a esta altura esperábamos que ocurra. Nos llama la atención pero desconozco por qué razón todavía nadie se interesó", confió a este diario una alta fuente del organismo que regula la electricidad en la provincia.
La actual concesionaria se hizo con el manejo del servicio en 1996, bajo el nombre de fantasía "EDDESA" -la razón social de la firma es Agua Negra SA. y un año más tarde lo cambió a la actual denominación- y por un periodo de 50 años, con la obligación de que cada 15 años deban poner en venta su paquete accionario mayoritario, pero con la ventaja que ante iguales condiciones y oferta, tenía prioridad. Este año se disparó esa cláusula que estaba estipulada en el contrato, pero especulan en el Gobierno que las intenciones de quedarse de Energía San Juan, que acarrearía un "piso" elevado por su paquete mayoritario -la actual concesionaria también debe hacer una oferta a sobre cerrado al igual que cualquier otra empresa interesada-, es lo que estaría frenando -al menos hasta ahora- que otras firmas se muestren con aspiraciones concretas en entrar al juego. "Esto es una concesión por 50 años. Llevamos sólo una parte de esos años como accionistas en San Juan y siempre se entendió el negocio como algo a largo plazo y es por eso que se fueron superando las distintas crisis económicas en pos de seguir", había manifestado el 11 de enero último a este diario el gerente de operaciones de la empresa, Eduardo Balmaceda.
Las dos Estaciones Transformadoras -la de Punta de Rieles, en Rivadavia y la Pueyrredón, en Capital-, sumado a que ya se discutieron las condiciones "marco" para el próximo quinquenio y que la firma habría salido satisfecha, sumado a las buenas perspectivas de crecimiento que ostenta la provincia, fueron el puñado de razones que terminaron de convencer a la compañía de continuar en el tentador negocio eléctrico.
Este escenario era a priori impensado por las autoridades del EPRE, porque en el último año circuló la información de que "al menos" 4 empresas estarían interesadas en entrar al negocio eléctrico local, entre ellas, se habló de una firma mendocina.
Queda claro -poniendo blanco sobre negro- que la empresa que se muestre con deseos de competir y compre el pliego de condiciones -cuesta la nada despreciable suma de $500 mil- pondrá en marcha una carrera que puede decantar en que haya un cambio de manos en la administración del servicio de electricidad, que en los últimos años tuvo algunos cortocircuitos entre el EPRE y Energía San Juan y que incluso fue motivo de sanciones millonarios por parte del organismo estatal.