Efectivos de Gendarmería, Prefectura y Policía Federal avanzaron ayer en diversas ocasiones contra manifestantes de agrupaciones políticas de izquierda y de organizaciones sociales sobre la avenida Entre Ríos, frente al Congreso Nacional, con el objetivo de liberar la vía pública que habían ocupado como parte de la protesta contra los proyectos impulsados por el Gobierno.
El avance de los uniformados, incluso con carros hidrantes, se produjo en dos etapas en las últimas horas de la tarde, operativos en los cuales además hubo un detenido, un ciudadano chileno de unos 30 años, según informaron fuentes policiales. Pese a las órdenes que recibieron las fuerzas de seguridad de desalojar las calles adyacentes al edificio parlamentario, en definitiva las arterias quedaron ocupadas tanto por los efectivos como por los manifestantes.
Inicialmente hubo un avance de gendarmes y policías sobre la multitud y se registraron escaramuzas entre ambos sectores en la pugna por los espacios, pero luego los ánimos se calmaron en medio de la movilización que se sostenía en una tarde donde la temperatura superaba los 35 grados. Pero poco después, con la llegada de los prefectos, se reavivó la tensión y hubo un nuevo enfrentamiento en el que el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, cayó y estuvo inerte en el asfalto durante varios minutos, hasta que se recuperó. El dirigente denunció que "Prefectura reprimió. Me arrastraron, me golpearon. Estábamos sentados en el piso con varios compañeros. A mí me pegaron patadas en la espalda, y me dejaron sin aire", dijo luego de reincorporarse. Además, el dirigente pidió un nuevo paro de la CGT para oponerse a las políticas del Gobierno nacional.