*Para secar los tomates, primero hay que sacarles el cabito y agregarles unos granitos de sal. Cortarlos a la mitad y dejarlos al sol por una semana o quizás con 3 ó 4 días sea suficiente si hace mucho calor y por supuesto no está nublado. Con el resto de las frutas o verduras se procede de manera parecida, obviamente según sea el tipo de alimento que se va a secar.
*Algunos alimentos se pueden secar enteros -como las manzanas-, otros por mitades -como los tomates- o inclusive en rodajas (los hongos).
*Es mejor realizar el secado sobre piedras. De todos modos, también se puede optar por un catre de alambre o una base hecha con cañizo.
*Hay que acomodar la fruta o verdura sin que se toquen las unidades entre sí. Además hay que girarlas cada tanto para que el secado sea parejo.
*Hay que tener la precaución de dejar la fruta o verdura al sol durante el día pero antes de la puesta del sol, hay que protegerlos de la humedad, entrando el secadero bajo techo o preferentemente a una habitación cerrada durante toda la noche. Si no hay otra alternativa que dejarlos a la intemperie se puede optar por cubrirlos con un nylon, dejando los costados abiertos para que ingrese aire. También hay que cubrirlos si corre viento para que no les ingrese tierra.
*Se pueden secar tomates peritas (o platense tiene mucha agua), duraznos, damascos, higos, berenjenas, peras, uvas, inclusive hongos, entre otros. No conviene deshidratar sandía, melón, kiwi, naranjas y frutillas por su excesivo contenido de agua.
*Se pueden hidratar, según sea frutas o verduras, con agua, vino y almíbar. Basta colocar estos alimentos en el líquido durante 5 minutos o hasta que queden blandos.
*Los alimentos desecados no tienen fecha de vencimiento, siempre y cuando estén bien secos. Se pueden almacenar para todo el año y utilizar cuando la temporada de una fruta o verdura ha terminado.