Quien no tuvo la oportunidad de apreciar en el cielo la última Superluna, la más intensa de las últimas décadas, no tendrá que esperar mucho ya que el próximo 14 de diciembre se producirá una muy similar. La Luna no se acercará a la Tierra tanto como en la última ocasión, es cierto, pero la diferencia será lo suficientemente pequeña como para que resulte imposible distinguirla ni siquiera en el caso de haberla inmortalizado fotográficamente.
 

De hecho, las superlunas, una denominación que no tiene nada de científico sino que procede del mundo de la astrología, se producen con una cierta asiduidad. Otra similar se registró el 16 octubre.
 

Las superlunas se producen porque la órbita del satélite alrededor de la Tierra no es estrictamente circular, sino un poco elíptica, lo que provoca que en algunas ocasiones se encuentre más cerca, el llamado perigeo, o más lejos, el apogeo. Si coincide con la fase exacta de luna llena, entonces el espectáculo astronómico está garantizado. Cada año hay unos 12 – 13 ciclos lunares, de los cuales entre 3 y 5 forman superlunas porque coinciden con el perigeo.