Los partidos de pretemporada son sólo eso: Una prueba para evaluar movimientos individuales y, por sobre todo, grupales. El resultado es casi anecdótico pero las sensaciones que quedan a veces se potencian. Más todavía si se trata de partidos clásicos. Eso es lo que pasó ayer en Mendoza. El local Independiente Rivadavia se "midió" con el San Martín sanjuanino y el tablero, en los dos mini-partidos (cada uno duró media hora), arrojó sendos 2-0 para el Verdinegro.
Fue prueba para los dos, por supuesto. La Lepra mendocina estrenará este año su participación en la Primera División del fútbol argentino. San Martín, a su vez, buscará ser protagonista de la Primera Nacional y, se puede, soñar con el ascenso. Los dos están en eso. Con planteles prácticamente nuevos por el recambio de una temporada a otra y hasta con técnicos que largan con su trabajo este año: Rodolfo Di Paoli en Independiente Rivadavia y José María Martínez en San Martín.
La prueba dejó conforme a los dos. Es cierto que el Verdinegro fue más efectivo y terminó festejando en ambos choques pero La Lepra ajustó "tornillos" y midió potencialidades entre sus jugadores.
Para el equipo sanjuanino tal vez aquello de convertir haya sido el "dulce" de la jornada porque si hay algo que le faltó en la temporada pasada fue efectividad. Su buen juego lo llevó a meterse en el Reducido por el segundo ascenso pero el déficit mayor fue el haber fallado muchas veces después de crear chances completamente propicias para anotar.
El lugar no dejó muchos testigos de los "mini-partidos". Es que jugaron en el bello predio deportivo "La Cofradía", que queda en la localidad de Junín, camino a San Martín, al este de la vecina provincia.
Tras la prueba, el plantel Verdinegro regresó a San Juan y hoy continuará moviéndose en los trabajos ya programados. Al técnico "Pancho" Martínez no le queda mucho tiempo real para cerrar su idea. Es que dentro de una semana el Verdinegro estará debutando en la Copa Argentina, cuando enfrente a otro mendocino: Godoy Cruz. Y el año pasado San Martín le tomó el "gustito" a este torneo porque recién quedó eliminado en cuartos de final al caer ajustado con San Lorenzo de Almagro.