Ante un público entusiasta que prácticamente colmó las instalaciones de Hugo Espectáculos, el viernes por la noche Abel Pintos regresó a cantar al escenario sanjuanino. Cálido, sereno, fluido; el cantautor oriundo de Buenos Aires deleitó a la multitud joven con sus canciones y también -aunque muy lejos de las histerias y la pose sexy de algunos de sus colegas- respondió con evasivas sonrisas a los reclamos y delirios femeninos, a esta altura un clásico también en el ruedo telúrico.

Con una banda sólida que lo acompañó con éxito, el artista recorrió su repertorio -la novedad fueron los temas de su disco Revolución- en un viaje musical que no escatimó en emociones y con el que hábilmente fue creando climas varios, desde la euforia hasta la reflexión.