Unos días después del bombazo del fichaje de Lewis Hamilton por Ferrari, que puede provocar movimientos a lo largo de toda la parrilla en 2025, con Carlos Sainz y Fernando Alonso metidos de lleno en las quinielas, se produjo otro terremoto de consecuencias insospechadas. Se trata de la investigación interna que abrió Red Bull desde su sede matriz en Austria sobre su director deportivo en la F1, Christian Horner.
En varios medios de comunicación se habla de un "comportamiento inadecuado hacia un empleado del equipo de carreras". Mientras que según el diario alemán Bild y el británico The Times, la denuncia llegó de una mujer, que habría recibido imágenes íntimas en su móvil.
En Red Bull, afirman, manejan un expediente con material "incriminatorio que aglutina las acusaciones" y que discuten acciones y posibles consecuencias; aunque se mantiene hacia fuera la lógica presunción de inocencia de Horner, casado con Geri Halliwell, cantante del grupo Spice Girls.
Por otro lado, otras fuentes del "paddock" aventuran ya en este momento que desde Red Bull le han recomendado a Horner "de forma amistosa, que presente su dimisión de forma voluntaria" como jefe del equipo.