La Justicia liberó ayer a los cuatro policías federales que fueron detenidos al quedar involucrados en el caso del secuestro y asesinato del taxista Alberto Sarubbi, que recibió dos balazos cuando su familia estaba por pagar un rescate y la fuerza de seguridad frustró el pago, con lo cual quedó preso sólo un adolescente que iba a cobrar el dinero. Por ahora hay dos causas: una en la que se investiga el secuestro extorsivo, donde está arrestado ese joven de 16 años y hay varios prófugos aún no identificados, y otra en la que se analiza la responsabilidad de los cuatro policías.
El caso comenzó el jueves cuando Sarubbi circulaba con su taxi Fiat Siena por la Capital Federal y varios delincuentes lo secuestraron, pidieron a su familia un rescate de 200 mil pesos -en ocho llamadas extorsivas- y lo obligaron a dirigirse hasta la zona de avenida Crovara y General Paz, en el límite de la ciudad de Buenos Aires y el partido de La Matanza.
Después de reducir la suma de dinero, uno de los hijos fue con la plata hasta la avenida Cristianía, en una de las entradas del barrio Villegas, en La Matanza, pero por alguna razón el pago no se concretó y la persona que iba a cobrar el dinero fue arrestada. A siete cuadras de allí el taxista fue asesinado con dos tiros en la espalda y su auto fue abandonado. En la noche del jueves, apenas ocurrió el crimen, fueron detenidos el jefe y el subjefe de la División Antisecuestros de la Policía Federal y otros dos efectivos, porque el fiscal Carlos Stornelli -exministro de Seguridad bonaerense- los acusó de haber cortado el pago y poner potencialmente en riesgo la vida de la víctima. Se abrió entonces otra causa que recayó en el juez Daniel Rafecas, quien ayer recibió la visita de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y del jefe de la Policía Federal, comisario Néstor Roncaglia. Fuentes judiciales indicaron que Bullrich y Roncaglia fueron a ponerse a disposición de la investigación e informaron que está interviniendo la División Asuntos Internos para esclarecer lo que sucedió.
Los involucrados son el comisario Lionel Santos, el subcomisario Pablo Gil, el oficial inspector Bruno Mendoza y el suboficial inspector Diego Stella.
Por ‘desobediencia’. Los agentes están acusados por un presunto delito de ‘desobediencia‘ por no cumplir una orden de la Fiscalía de no interceptar al cobrador del rescate. El Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dijo que ‘lo que ocurrió es gravísimo y hay que seguir investigando’.
La fiscal Paloma Ochoa afirmó que a los policías había que investigarlos en la misma causa del secuestro extorsivo, en base a la propia denuncia que hizo Stornelli por entender que su actuación pudo haber influido en la muerte del taxista. Pero el juez Rafecas no estuvo de acuerdo y avanzó en la instrucción de una causa por desobediencia, por lo cual evaluó la liberación de los policías (porque el delito es excarcelable) e indagarlos en los próximos días. Se estima que cuando los policías declaren sostendrán la versión que, en off the record, daban desde la fuerza: que los efectivos se vieron obligados a intervenir cuando el hijo del taxista acudió a concretar el pago y su vida corrió peligro. Según esa versión, el hijo fue hasta Crovara al 5800 a bordo de un Renault Clío y el secuestrador se metió en el auto y hubo un forcejeo, por lo que los policías que seguían el episodio tuvieron que intervenir ante la posibilidad de que le robaran el dinero o que secuestraran también al pagador.
Mientras se esclarece el papel de los policías, el juez Luis Rodríguez investiga el secuestro del taxista, por el que sólo está detenido el menor de 16 años. ‘Es menor, es imputable‘, dijeron voceros judiciales.