El Senado dio ayer sanción definitiva al presupuesto nacional 2017, por el cual el gobierno nacional estima que la inflación del año próximo alcanzará el 17 por ciento anual y prevé un crecimiento de la economía del orden del 3,5 por ciento del PBI.
En general, el presupuesto fue sancionado por 59 votos afirmativos y 8 en contra (de los senadores de Proyecto Sur, Fernando Solanas y las kirchneristas Ana Almirón, Anabel Fernández Sagasti, Virginia García, Nancy González, María Ester Labado, María Pilatti de Vergara y María de los Ángeles Sacnún).
El presupuesto estima, además, un déficit que ronde el 4,2 por ciento del PBI y un tipo de cambio de 20 pesos por dólar. Tras la votación del presupuesto, el cuerpo, sin debate, aprobó en una sola votación en general el proyecto que crea la Oficina de Presupuesto del Congreso Nacional por 65 votos -por unanimidad- y la reforma de la ley de Administración Financiera, por la cual se restringe en lo formal la facultad del jefe de Gabinete de reasignar partidas presupuestarias, con 60 votos afirmativos y 5 negativos.
Este último punto trata de una reforma del artículo 37 de la ley de Administración Financiera, que apunta a hacer un recorte gradual de las atribuciones del jefe de Gabinete para la reasignación de partidas que van del 7,5 por ciento, en el año próximo, y del 5 por ciento en 2018, así como un tope del 15 por ciento las reasignaciones que impliquen una transferencia de gastos de capital a gastos corrientes.
Si bien el proyecto obtuvo el respaldo de al menos once firmas en la reunión de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara Alta, también desde el peronismo se pronunciaron críticas por el alto nivel de endeudamiento de los últimos meses.