Según el último informe de la Fundación Exportar, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, elaborado en diciembre del año pasado, los productos de origen mineral no representan una porción importante en el intercambio comercial de Argentina con los países socios del Mercosur.
El comercio total con el Mercosur, en términos generales, tuvo un crecimiento a lo largo de la última década. Entre 1999 y 2008, se incrementó en el orden del 135 por ciento. Alcanzó una cifra cercana a los 36.103 millones de dólares. Durante el mismo período, el saldo de la balanza comercial se mostró deficitario, en especial a partir de 2004.
Durante el mismo período, las exportaciones argentinas hacia el Mercosur crecieron un 128 por ciento. La subida más importante se vio entre 2007 y 2008: 29 por ciento. En la contracara, las importaciones subieron el 218 por ciento.
A lo largo de los primeros diez meses del año pasado, las exportaciones hacia el Mercosur alcanzaron los 10.777 millones de dólares. Esto significó una caída del 23 por ciento respecto al mismo período del año anterior. En tanto, las importaciones, que llegaron a los 10.280 millones de dólares, disminuyeron un 41 por ciento. El saldo resultó superavitario en 497 millones de dólares.
En los primeros diez meses del año pasado el principal destino de exportación dentro de los países del Mercosur fue Brasil (83 por ciento), seguido por Uruguay (11 por ciento) y Paraguay (6 por ciento) .
El principal rubro de exportación dentro de las ventas hacia el Mercosur fue el de los vehículos automotores terrestres. Durante los primeros diez meses de 2009 representaron el 27,44% del total. El segundo rubro en importancia fue el de las materias plásticas y artificiales, que registró un descenso cercano al 20 por ciento con respecto a los primeros nueve meses de 2008, para quedar en el 5,86 por ciento. En tercer lugar quedaron las naftas, que representaron el 5,69 por ciento. En cuarto lugar, las partes y piezas de vehículos y tractores (4,89 por ciento). Muy cerca quedó el trigo, en el quinto lugar (4,46 por ciento). En el sexto lugar, los productos diversos de las industrias químicas (3,02 por ciento); en el séptimo puesto el resto de las manufacturas de origen agropecuario (2,38 por ciento); en el octavo lugar el petróleo crudo (2,15 por ciento); en el noveno lugar el gas de petróleo (2,12 por ciento); en el décimo lugar cauchos y sus manufacturas (1,79 por ciento); en el decimoprimer lugar energía eléctrica (1,71 por ciento); en el decimosegundo lugar maquinas y aparatos eléctricos y objetos destinados al uso electrónico y sus partes (1,63 por ciento); en el decimotercer lugar harina de trigo (1,45 por ciento); en el decimocuarto lugar aceites esenciales (1,33 por ciento); en el decimoquinto lugar productos farmacéuticos (1,30 por ciento); en el decimosexto lugar el resto de los productos de molinería (1,29 por ciento); en el decimoséptimo lugar productos químicos orgánicos (1,23 por ciento); en el decimoctavo lugar otras máquinas y aparatos, piezas y accesorios (1,21 por ciento). Hay finalmente un bolsón rotulado como “resto” que significa el 29,12 por ciento.