Cada relación que surge entre las personas, no sólo implica un acercamiento, sino también un paso previo al conocimiento que origina futuros encuentros de intereses comunes. Cuando entre ellos nace como necesidad -a partir de este contacto- en la comunicación cobra sentido el contenido que ella posea. Lo significativo de esto traduce actitudes o acciones que van a responder a la aceptación o no del otro como semejante. No obstante, el proceso de identificación en el simple encuentro ya estaría dado.

En el progreso de la persuasión el concepto que se tenga de la persona es de un valor fundamental y aún antes, el concepto que de hombre se asume, es vital. Recordemos que todo objetivo o meta en común conlleva la finalidad de su realización, es decir, una puesta en acciones concretas de los intereses que generan las mismas relaciones humanas, por lo que el implicado siempre es el mismo hombre.

¿Qué va a sostener una efectiva relación humana a partir de una persuasión comunicativa? La respuesta está condicionada por la manera de interpretar de cada sujeto, por lo que la participación que refleje o resalte el compromiso que la persona tiene desde el comienzo de sus propias metas y el revelado de los intereses ajenos propuestos por quien lo sugiera, serán su cometido.

Ser eficaz en la comunicación significa descubrir el pensar y el sentir del otro. Toda institución o empresa de por sí, promueve un determinado encuentro entre personas apelando a sistemas persuasivos en pro de sus propios objetivos. Todos ellos son factibles en la medida en que las respuestas de los aspirantes pueden dar soluciones a sus requerimientos en proyecto. La consecuencia es una influencia o el fortalecimiento de una oposición; ello favorecerá a que el sistema de ideas formadas en los contenidos del pensamiento sea "provocado” por la situación registrada. Entonces, el éxito de cada emprendimiento va a estar dado no sólo en la percepción del cambio en las actitudes de los participantes sino también en la sugestión del poder que propone quien pretende tal éxito en las relaciones humanas. El enfoque ejemplar de estas situaciones pueden observarse hoy en el "premio” recibido al esfuerzo realizado, el cual no siempre será el evaluado, sino que pesará por los intereses condicionados o por la posición social o característica social de sus productores.

En un primer momento vamos a juzgar una comunicación como efectivamente persuasiva cuando el sujeto que la propone es creíble, no se evalúa su valor sino su carácter técnico. El caso está dado por líderes de programas, gobernantes, conductores sindicalistas o televisivos. Por consiguiente, se debería afirmar que aún ello, no siempre el poder motiva su acción. Esto puede verse reflejado en casos donde existen quienes quieren corromper al actor partícipe.

El discurso tiene sus resultados en los mensajes, como en los estilos persuasivos que presenta o en la interpretación que de ellos toman los medios de comunicación. En todos los casos, el carácter emotivo que estos muestran, suele producir cambios en sus beneficiarios. Abusar de ellos genera sospechas en sus fuentes; entonces es cuando se reacciona por la falta de fiabilidad. Así, todos los recursos empleados en las vías discursivas son válidos para que el oyente aumente su receptividad. Por ello es que quienes pretenden persuadir comunicando y quieren "mostrar en concreto el resultado de sus programas”, apelando a recursos humanos que no advierten sus ocultos intereses terminan sometidos al carácter utilitario de operarios, emprendedores o simples ciudadanos siendo serviles a su causa.

El discurso comunicativo actual utiliza argumentos que promueve estados de necesidad y donde quienes hablan, "dirigen” la mente de sus destinatarios. Esto es porque su fuente productora que debe dar las soluciones y el sujeto "beneficiado”, por su falta de inteligencia no puede llegar a fondo de la intención o esencia del mensaje.

Así, las personas de baja estima "aceptan” informaciones desfavorables aunque estas sean positivas en su apariencia. En esto, el profesional de los recursos humanos se presenta y se constituye en el orientador calificado develando la intencionalidad.