Entre enero y febrero de 2010, fueron 12 lechones de entre 15 y 25 kilos cada uno los que le robaron los ladrones en dos incursiones a los chiqueros. A finales de julio y principios de agosto del año pasado, los delincuentes ingresaron otras tres veces y se llevaron 12 porcinos de un peso similar. Y las últimas dos veces, en diciembre pasado, se llevaron 15 lechones de entre 15 y 30 kilos cada uno. Tras el último saqueo apareció un cartel escrito en la entrada del predio donde se crían esos cerdos: "Vendo lechones antes que los roben. 7 veces en 2010. ¿Policía?". Esa fue la irónica leyenda que escribió en un cartel Mario Peña -el dueño de los animales-, para canalizar su bronca por la pérdida de sus 39 animales sustraídos de una finca pocitana. Y por otro lado, para criticar el accionar de la comisaría jurisdiccional: "las veces que vinieron, miraron y se fueron. Nadie me da una solución y estoy harto. Ahora ando armado y no me va a temblar la mano para dar vuelta a un ladrón", aseguró indignado el productor.

Según Peña, de los 5 años que se dedica a la crianza de cerdos en la finca que tienen sus padres en calle 11, 400 m. al Oeste de ruta 40, Pocito, el último año fue en el que sufrió más robos. "Desde el sexto robo, me armé y pasé una semana por las noches cuidando los chanchos. Hay un casero pero se va temprano a trabajar y parece que conocen sus movimientos. Hasta electrifiqué los corrales y puse luces con sensores de movimiento. Tengo 5 perros y lamentablemente no se acercan a los chanchos porque saben que hay corriente y ya no sé que hacer", contó el hombre.

El último robo que sufrió Peña ocurrió la madrugada del 30 de diciembre. Ese día, al menos 3 ladrones ingresaron por un callejón ubicado al Norte de la finca que da a la ruta. Luego, cortaron la tela de los chiqueros y se llevaron a la rastra 5 lechones hasta donde los esperaba un vehículo, contó el productor.

Al día siguiente, furioso, Peña radicó la denuncia en la Comisaría 7ma. y de allí se fue al municipio para pedir una solución. Pero como no estaba conforme con las respuestas que le dieron, escribió el cartel, comentó.

"El cartel va seguir allí hasta que me den una solución. He perdido unos $19.500 (vende a $40 el kilo). Hay gente de la zona que dejó de criar animales porque se los roban. Yo estoy harto y sólo quiero que me dejen vivir", aseguró molesto Mario Peña.