El seleccionado brasileño de fútbol quedó eliminado ayer en los cuartos de final de la Copa América, luego de igualar sin goles ante el conjunto paraguayo a lo largo de 120 minutos en La Plata y perder en la definición por penales por 2 a 0.

La gran figura del partido fue el arquero guaraní Justo Villar, quien se lució una y otra vez ante los jugadores brasileños durante el juego y además le contuvo un penal a Thiago Silva.

Pero Brasil definió su propia suerte en este certamen, al que llegó como bicampeón (ganó en Perú 2003 y Venezuela 2007), con una sorprendente falta de puntería en los 120 minutos de fútbol, donde contó con una decena de chances, y aún peor en la definición por penales donde erró los cuatro que ejecutó. Paraguay, que aguantó a su rival como pudo, jugará en semifinales gracias a los goles de Marcelo Estigarribia y Cristian Riveros.

El primer tiempo dejó en claro las intenciones de uno y otro: Brasil asumió el protagonismo y Paraguay jugó de contraataque. El seleccionado brasileño con un dibujo táctico "elástico no pasó sobresaltos en defensa, manejó la pelota con criterio en la mitad de la cancha y dispuso de las mejores situaciones de gol. Brasil generó su mejor fútbol a partir del despliegue y la claridad conceptual de Ramires y Lucas Leiva, su doble cinco; de algunas pinceladas de Robinho, que dejó su lugar de delantero para convertirse en organizador; pero mostró su peor faceta en la definición, principalmente de Neymar, que perdió dos opciones, las otras dos las dilapidaron los defensores: Lucio y André Santos. Brasil fue superior, sin brillar, porque Paraguay jugó a no jugar.

La línea defensiva casi no mostró grietas -y cuando las tuvo apareció Justo Villar o la falta de definición de los delanteros rivales- y el mediocampo apeló a la garra y entrega para contrarrestar el juego brasileño.

El segundo tiempo siguió la tónica del primero: un Brasil ofensivo y un Paraguay replegado, pero levemente más ambicioso.

Neymar siguió con la pólvora mojada, erró dos chances en los primero diez minutos.

Martino mandó a la cancha a Edgar Barreto por Enrique Vera y Paraguay ganó en dinámica y presencia en campo rival.

Además, comenzó a agrandarse la figura de Villar que les tapó remates a Ganso y Pato (en dos ocasiones).

Paraguay, a esa altura, sólo se defendía y apostaba a algún contraataque. Pero el único pilar del empate era Villar. Y con eso le alcanzó para llegar al suplementario, en el que en el primer tiempo los dos se quedaron con diez por las expulsiones de Lucas Leiva, de Brasil, y Antolín Alcaraz, de Paraguay, por mutua agresión (12m.) y el segundo la voluntad brasileña y el aguante guaraní y un remate de Haedo Valdéz (13m.). Apenas eso.

Entonces llegó el momento de los penales. Y ahí se impuso Paraguay o mejor dicho se eliminó Brasil que falló los cuatro tiros que ejecutó: Elano, Thiago Silva, André Santos y Fred. La tristeza no tiene fin y penó en la pena máxima.