El avance de la investigación para saber quién mató al jubilado Carlos Crespillo (79) para robarle los 365.000 pesos que sacó del banco Columbia el pasado 1 de diciembre dejó en serios aprietos a uno de sus vecinos: el guitarrista y percusionista Luis Darío Endrizzi (35). Hasta ahora todo indica que Crespillo fue asesinado a golpes (tenía tres costillas fracturadas) y estrangulado con un cinto en su casa de la calle Oro, en Chimbas, la noche del 8 de diciembre pasado. Su sobrino, Maximiliano Roldán Crespillo, y su esposa, Yamila Nuñez, fueron los primeros en ser detenidos porque vivían en la misma casa (dividida en dos) que la víctima, mintieron sobre lo que habían hecho en los días en que ocurrió el homicidio y tenían una "pésima relación" con el fallecido, dijeron los investigadores. Pero la ausencia de la billetera de la víctima y el hecho de que faltara su tarjeta SUBE para viajar en colectivo, llevaron al fiscal coordinador, Iván Grassi, y los pesquisas a su mando en la UFI de Delitos Especiales a detectar que, luego del crimen, un vecino de la víctima, y a su vez amigo de su sobrino, había usado ese plástico para viajar cinco veces (en tres días). Cayó preso enseguida y en el acto se toparon también con evidencia que lo complicaba, como una faja para envolver billetes usadas por el banco del que Crespillo sacó el dinero y, en principio, 17.000 pesos.
Pero luego de ese allanamiento, hubo otro y se recolectaron otras pruebas que sirvieron para comprometer más a Endrizzi y, a la vez, empezar a dudar de su amigo Roldán y su esposa como posibles cómplices. De hecho, la mujer fue excarcelada en diciembre y el último martes su marido también consiguió la libertad por pedido de Fiscalía.
Y todo porque los investigadores hallaron en la casa de Endrizzi más dinero (en total incautaron más de 300.000 pesos) y pruebas de que había realizado algunas compras en efectivo, cuando eso no hubiera sido posible a causa de su situación económica, no muy buena, dijeron.
Además, analizaron su teléfono y allí encontraron una foto, hecha en su casa, de un documento de manejo exclusivo de la víctima.
Así, para los pesquisas el círculo se cierra sobre Endrizzi como posible autor de un homicidio criminis causa, que es aquel cometido para asegurarse el resultado y la impunidad en otro delito, en este caso el robo de la plata que Crespillo sacó del banco.
Todo eso parece alejar de las sospechas al sobrino de la víctima y su pareja, pero ambos siguen en la mira por un detalle para nada menor: Roldán y Endrizzi borraron sus chats por Whatsapp en los momentos vinculados al homicidio, precisaron.
En los próximos días, la pareja podría declarar ante el juez del caso y explicar por qué habían mentido cuando comenzó la investigación. Y Roldán podría decir por qué borró sus chats con su amigo Endrizzi, especularon.