Buenos Aires, 7 de enero.- Acompañada por Teté Coustarot, Susana Giménez fue a prestarle su apoyo a su hermano cantante, Patricio, que se presentó en un restaurante de Punta del Este.
Pero al parecer, tras el show de jazz y bossa nova que ofreció el muchacho, Susana siguió disfrutando de la fiesta en un bar. Tanto fue así que la conductora tomó algunas copas de más y se convirtió en un peligro al volante, informó el diario Crónica.
Según testigos, la diva de los teléfonos estaba por demás animada, quizás por el alcohol, y recibió piropos varios en su primera salida tras la cirugía estética que se practicó para encarar el 2011 con todo. Terminada la noche, la diva se sentó al volante de su camioneta junto con Coustarot y provocó la alarma de curiosos y paparazzi que esperaban a la salida del restaurante, señala el sitio Minuto Uno.