Recordada por sus heroínas de Rolando Rivas taxista o Pobre Diabla, Soledad Silveyra devino en ex diva porno en Condicionados, el nuevo unitario de El Trece. En la tira -que la devuelve como protagonista a la pantalla chica, tras el fracaso de Secretos de amor (junto a Arturo Puig, en 2010, por Telefe)- encarna a Lorna, que comparte vida privada y laboral con Dicky Cocker (Oscar Martínez), una dupla amorosa que fuera referente de la industria del porno en los años "80, pero a la que el desgaste emocional y la decadencia del género la conducen a una crisis profunda.

"Lorna tiene muy poco en común conmigo, pero me conmueve su cáscara, todo lo que se tira encima para tratar de cubrir su alma herida. Ella se amatambra, se aprieta el cuerpo como les pasa a las mujeres que desean parecer más flacas y terminan pareciendo más gordas, pero bienvenidos esos rollos que se le escapan, es lo que busqué. La estética del personaje es un tanto grotesca, usa escotes, falda corta, todo junto’, explicó Silveyra. "Estoy flaca, me cuido con la alimentación y para el personaje me tengo que amatambrar bastante, y si bien todos me dicen que estoy bárbara, me veo espantosa", admite la actriz que cumple 48 años de carrera y que confiesa que para la construcción del rol "extraje más de 1.500 fotos de la web, me llené de imágenes porno, ya que no soy consumidora del género. Películas no vi, pero quería captar la estética y las historias, el momento del acto sexual es lo que menos importa".

Madre y abuela, comentó que durante su investigación sobre la pornografía "lo más gracioso resultaba cuando usaba la compu de mi hijo y él me pedía que le aclarara a su mujer que él no tenía nada que ver, por si mi nuera llegaba a ver el historial hot de internet".

Segura de sí misma, Solita asegura que no la amedrenta la exposición física. "No soy tímida ni vergonzosa con mi cuerpo, y tengo un grupo de amigas con quienes siempre nos juntamos y nos autobautizamos Sex and the City, porque nos sentimos eternas. Ellas cuando se enteraron que iba a protagonizar este programa empezaron a pasarme datos sobre el tema", acotó la ex conductora de Gran Hermano, para quien más fuerte que poner cuerpo en las escenas del unitario que se emite los miércoles a las 23, es que su criatura "queda expuesta ante sus miedos y es muy arriesgado haberme animado a mostrar ese estado".

Aunque su personaje vive atormentado por la decadencia física, "a mí me encanta el paso del tiempo, lo disfruto, soy una abuela capaz de disfrutar del juego, pero no soy tan malcriadora, puedo poner límites", subraya la "devota" de sus pequeñas nietas, Clara e Inés.

En cuanto al rating, si bien fue pública la preocupación en la que derivó la baja de puntos desde el estreno, asegura que "estoy muy contenta con el programa, formamos un equipo potente, en el que todos estamos muy conectados entre sí. Por supuesto que me interesa y estoy pendiente del rating, aunque ya tenemos casi todos los envíos grabados y puedo apreciarlos de una forma más relajada".

Joven revelación en la telenovela El amor tiene cara de mujer (en 1964), desde entonces es una batalladora de la escena nacional. "No tengo ahorros como para decir de esto sí o de esto no voy a trabajar, si mañana no tengo un mango y tengo que pagar las expensas, tendré que trabajar", se explayó la también consagrada en teatro. "No tengo prejuicios, no soy meticulosa. Soy una trabajadora y las ofertas son escasas, porque los productos resultan pocos y no hay una demanda tan grande", afirmó la mujer que espera el estreno de la versión nacional de Central Park West (escrita por Woody Allen y dirigida por Marcos Carnevale), donde compartirá tablas con Araceli González; y que el año pasado presentó un proyecto para conducir en Telefe, aunque "igual sabía que no iba a llegar a emitirse, porque en un canal que ya cuenta con una show woman como Susana es muy difícil que haya lugar para otra." (Télam)