Un gran charco de sangre presagiaba lo peor: porque esa sustancia vital había salido de la cabeza de ese hombre que yacía a un costado de la Ruta 319, en las afueras de la Villa Media Agua, Sarmiento, con sus últimos signos de vida. Pudo ser llevado al hospital del centro departamental, pero allí nada pudieron hacer y media hora después el caso ya se instalaba como el de una posible muerte por accidente.
Lo misterioso para los investigadores al mando del fiscal coordinador, Iván Grassi, y el ayudante fiscal, Pablo Orellano (UFI de Delitos Especiales) fue que esa hipótesis parecía competir en igualdad de condiciones con otras teorías sobre la causa del deceso.
¿La razón? la presencia de heridas que no encontraban una explicación sencilla, porque tenía lastimado el rostro y, a la vez, el médico legista también detectó lesiones en la parte posterior de la cabeza, es decir en la nuca.
Lucas Alvarez se llamaba la víctima. Era oriundo de Bolivia, no llevaba ningún documento encima y fue su expareja quien lo reconoció. También lo identificaron algunos amigos, quienes dijeron que durante la noche había estado bebiendo y a la hora de su muerte volvía a su casa, informaron.
Lo encontró alguien que pasaba por Ruta 319 ayer a las 5,17, entre Dominguito y Las Higueritas, una zona rural situada al Este de Media Agua. Enseguida fue trasladado hasta el hospital Ventura Lloveras, pero allí perdió la vida a las 5,45, informaron fuentes judiciales.
En principio, desde la Policía informaron que se había tratado de un accidente, que la víctima transitaba de Oeste a Este y el conductor de una camioneta lo embistió y se fugó.
Con la primera claridad, los investigadores policiales y judiciales al mando del fiscal Grassi y el ayudante fiscal Orellano, llegaron al lugar y buscaron vecinos o testigos del supuesto choque, pero nadie vio ni escuchó nada, indicaron. Además, un primer abordaje en la escena del siniestro los llevó a poner en duda la teoría del accidente, porque la bicicleta no tenía signos de impacto y en el asfalto no habían marcas de frenadas o restos de plásticos o vidrios de algún vehículo, precisaron.
De todos modos no descartaban que hubiera sido víctima de un accidente o algún otro hecho violento, o no. Por eso esperaban el resultado de la autopsia para que el médico forense echara un poco de claridad al confuso episodio.