Los jubilados que reclaman en la Justicia el cumplimiento de sus derechos deberán esperar aún más tiempo para tener una respuesta a sus demandas.

Por la gran cantidad de litigios, la presidenta de la Cámara Federal de la Seguridad Social, Lilia Maffei de Borghi, solicitó a la Corte Suprema prorrogar los plazos legales para dictar sentencias, tanto en primera como en segunda instancia. Son juicios contra la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) por la insuficiente recomposición de los haberes de jubilados y pensionados, en los últimos años. El pedido de la Cámara es elevar a 180 días hábiles el tiempo que los magistrados se expidan en cada causa.

El Código Procesal Civil indica que en juzgados de primera instancia debe dictar sentencia en 40 días hábiles y en 60 días hábiles las salas de apelación. Si se habilita la ampliación que piden jueces camaristas, imposibilitados de cumplir con los plazos vigentes, el tiempo se elevaría de 100 a 460 días. En medios judiciales se estima que la Corte dará su aprobación porque, en la práctica, ya es imposible tramitar las demandas en los plazos legales. Hoy un litigio tarda en promedio entre 5 y 6 años, tiempo al que se suman uno 3 años hasta que la Anses abona. La situación es problemática, ya que hay 13.000 causas pendientes de ser sorteadas entre 10 juzgados de primera instancia, y se estima que son más de 230.000 los juicios en trámite que podrían involucrar a casi medio millón de jubilados, dado que cada presentación suele incluir a más de una persona.

La curiosa decisión de la Anses de suscribir un bono por 1500 millones de pesos para pagar parte de la deuda pública, parece tener explicación: el retiro de fondos colocados en plazos fijos de los bancos. Durante un tiempo, el organismo había afirmado que debía preservar esos fondos para "mantener la liquidez en una economía que perdió el crédito", pero ahora se ha buscado transferir esos fondos al Gobierno. La duda es si tal decisión no erosiona la solidez de los bancos y, más aún, porque vulnera el objetivo de la "contrarreforma previsional" de cuidar el dinero de los futuros jubilados.

La justicia y el compromiso moral y político con los jubilados es ineludible, por eso algunas iniciativas que tienden a otorgar beneficios o privilegios excesivos o irritantes a algunos sectores del poder y de la justicia, no hacen sino aumentar o exacerbar la frustración de los jubilados que más atrasados están en sus haberes.

Pareciera que los derechos de los jubilados, por diversos motivos, en algún momento siempre van postergados u olvidados.