El presidente de Chile, Gabriel Boric, mantuvo hoy una "conversación franca" con el mandatario electo de la Argentina, Javier Milei, en la que "se puso por delante el bienestar de ambos pueblos”, informó la Presidencia chilena.
El Gobierno chileno no dio a conocer más respecto a la llamada, salvo que fue de unos diez minutos.
Durante la mañana, Boric había comunicado su intención de hablar con Milei y remarcó la importancia de mantener la “continuidad histórica” de las relaciones de ambos países pese a las “diferencias políticas”.
“Me parece que estas son cuestiones de Estado que hay que hacerlas a nivel institucional", señaló a la prensa en el marco del anuncio del proyecto de ley que crea el Servicio de Acceso a la Justicia y Defensoría de Víctimas.
Tras ser consultado por la designación de un nuevo embajador o embajadora en la Argentina y su posible militancia política, Boric aseguró que será una persona capaz de promover “la integración en el máximo nivel”.
La última embajadora de Chile en la Argentina fue Bárbara Figueroa, quien asumió el cargo en marzo de 2022, pero a mediados de septiembre pasado dejó sus funciones para asumir la secretaría general del Partido Comunista.
Desde entonces, Boric no designó el nombre del sucesor o sucesora y mientras tanto el encargado de Negocios de la sede diplomática quedó temporalmente a cargo.
“El pueblo chileno con el pueblo argentino son pueblos hermanos, por lo tanto, mi deber como presidente de la República es que, independiente de las diferencias políticas que sin lugar a duda existen entre el presidente electo y el Gobierno de ejercicio en Chile, nuestros pueblos y nuestros países tengan relaciones de Estado con altura de miras”, dijo en la mañana Boric.
“Nosotros vamos a designar un embajador con las mejores competencias para eso, pero el embajador lo designo yo, no al otro lado”, remarcó.
Boric aseguró que su Gobierno trabajará en “función de los intereses conjuntos de Chile y Argentina” y reiteró que las diferencias políticas “no pueden nublar” la relación de ambos países.
“Nuestra integración, entre Chile y Argentina, es absolutamente necesaria y es lo que voy a defender durante todos los años que nos quedan de mandato”, dijo el mandatario.
Respecto a su asistencia al cambio de mando y las presiones de la derecha chilena para que viaje a Argentina, Boric criticó a la oposición acusando que se trata de “un asunto de Estado”.
“No necesito que nadie me diga lo que como presidente tengo que hacer o no”, dijo.
“Acá tengo que representar al Estado de Chile en su continuidad histórica y Argentina es un país prioritario en nuestras relaciones y, por lo tanto, yo voy a cumplir mi deber en todas las dimensiones diplomáticas que existen”, cerró el presidente, sin confirmar su presencia en el cambio de mando.
Ayer, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, se refirió a la asistencia de Boric al cambio de mando, al afirmar que dependerá mucho de la “agenda presidencial”.
Ante esto, los senadores de oposición Francisco Chahuán de Renovación Nacional (RN), y Rojo Edward del Partido Republicano, manifestaron su "preocupación" y aseguraron que su asistencia es "importante" para la relación de ambos países, como también "elegir bien” la designación del futuro embajador en la Argentina.