En su primer discurso como Presidente de la Nación, Javier Milei hizo foco en la herencia que recibió y las complejas dificultades económicas que enfrentará su gestión. También le dedicó palabras a la seguridad y al deterioro educativo del país.
El jefe de Estado planteó que el gobierno de Alberto Fernández le dejó “plantada” una “inflación anual de 15 mil por ciento”. Por ese motivo -aseguró-dijo que no hay una solución alternativa al ajuste.
Ese ajuste, prometió, “caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado”.
“La conclusión es que no hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock, naturalmente eso repercutirá de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes”, sintetizó.
Milei habló en las afueras del Congreso, frente a la Plaza, rodeado de presidentes y líderes de todo el mundo que llegaron a la Argentina para participar de los actos protocolares de asunción.
“Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años”, desarrolló.
“Recordemos que en los últimos 12 años, el PBI per cápita ha caído 15% en un contexto donde acumulamos 5000% de inflación; hace más de una década que vivimos en estanflación, por lo tanto este es el último mal trago para iniciar la reconstrucción de Argentina”, completó.
El segundo capítulo de su discurso estuvo orientado a “la vida en comunidad” y la seguridad, uno de los principales reclamos de la ciudadanía.
“Argentina se ha convertido en un baño de sangre, los delincuentes caminan libres mientras los argentinos de bien se encierran tras las rejas, el narcotráfico se apoderó lentamente de nuestras calles a punto tal que una de las ciudades más importantes ha sido secuestrada por los narcos y la violencia”, describió.
“Se acabó con el siga-siga de los delincuentes”.
“En materia social estamos recibiendo un país donde la mitad del país es pobre, con el tejido social roto. Más de 20 millones de argentinos no pueden vivir una vida digna porque son presos de un sistema que genera más pobreza. Los planes contra la pobreza generan más pobreza. La única forma de salir de la pobreza es con más libertad”, continuó.
En materia educativa, Milei destacó: “Para que tengan en cuenta el deterioro que vivimos, sólo el 16% de los chicos se reciben en tiempo y forma en la escuela, sólo 16 de cada 100, el 84% no termina la escuela en tiempo y forma”.
“A su vez el 70% de los que sí terminan la escuela no pueden resolver un problema de matemático básico o comprender un texto”, prosiguió en alusión a los resultados conocidos recientemente de las pruebas PISA.
“Si se levantara Sarmiento y vieran lo que hicieron con la discusión”, reflexionó.
“La clase política deja al país al borde de la crisis más profunda de nuestra historia, cada uno de ellos tendrá que hacerse cargo de su propia responsabilidad, no es tarea mía señalarlos”, dijo. “No buscamos ni deseamos las duras decisiones que habrá que tomar en las próximas semanas, pero lamentablemente no nos han dejado opción”, reiteró.
“Vamos a tomar todas las decisiones necesarias para arreglar el problema que causaron 100 años de despilfarro de la clase política aún cuando el principio sea duro”, machacó.
Sobre el final del discurso, que se extendió durante 34 minutos, el Presidente les envió un mensaje claro a los piqueteros.
“Este nuevo contrato social nos propone un país distinto, un país en el que el Estado no dirija nuestras vidas, sino que vele por nuestros derechos, un país en el que el que las hace las paga, un país en el que quien corta la calle violando los derechos de sus conciudadanos no recibe la asistencia de la sociedad; el que corta, no cobra”.