Luego de que la Legislatura porteña aprobara la normativa que prohíbe la publicidad de bebidas alcohólicas en la vía pública y la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) pusiera el grito en el cielo y planteara que iba a pedir legalmente la inconstitucionalidad de la ley, las autoridades del gobierno aseguraron que darán marcha atrás con la medida.
Fue el vicejefe de gobierno de la Ciudad, Diego Santilli, quien salió a hablar y expresó su disconformidad con la ley aprobada por la Legislatura.
En declaraciones al programa “Campo y Ecología” en Radio Argentina, aseguró que “estamos trabajando con el secretario general del gobierno para diferenciar los tipos de bebidas. No es lo mismo las bebidas blancas que ingieren los jóvenes a la hora de una previa que el vino, que tiene una condición diferente y que es la bebida nacional”. Y aclaró que “la publicidad del vino no tiene que ver con los jóvenes o sus salidas”. Para concluir, resaltó que hay que trabajar en la moderación y la responsabilidad.
El número dos del ejecutivo porteño resaltó que en las generalizaciones suelen cometerse errores. Pero destacó que están haciendo esfuerzos para que la imagen del vino no se vea afectada y destacó que la publicidad de la bebida nacional “tiene un carácter institucional, está ligado con la instalación de la industria y la creación de fuentes de trabajo”.
Cinco puntos para entender el conflicto
1- La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó el 24 de noviembre una ley que prohíbe la publicidad de todas las bebidas alcohólicas en la vía pública y el auspicio, por parte de marcas de estas bebidas, de actividades culturales, sociales, deportivas de acceso libre y gratuito en el ámbito de la Ciudad.
2- La Corporación Vitivinícola presentará un recurso de inconstitucionalidadpor considerar que la ley en cuestión se contrapone a la Constitución Nacional y a la Ley 26.870 que declara al vino Bebida Nacional de Argentina.
3- La ley desconoce que el vino es un alimento,que se comunica y consume en el ámbito de la moderación y que forma parte de la cultura y la identidad del país.
4- Esta prohibición limita la proyección local e internacional de propuestas turísticas, gastronómicas y culturales relacionadas con el vino.
5- El sector vitivinícola advierte que este tipo de norma afectan la generación de empleos directos e indirectos en las regiones productoras.
Fuente: Revista Qué