Casi las 3 de la tarde del miércoles 5 de enero. Comenzaba el cuarto día de competencia. Exactamente las 14h.59m. de ayer. El binomio sanjuanino Lino/Juan Pablo Sisterna debía largar, pero no lo pudo hacer ya que rompió el motor del Buggy y padre e hijo abandonaron la carrera más difícil y exigente del mundo. De esta manera se les termina el sueño a los sanjuaninos, que se habían propuesto mejorar la performance conseguida el año pasado. Hoy al mediodía llegan a la provincia y traen el Buggy.
Los Sisterna, que para la edición 2011 del Dakar contaban con un vehículo superior al que tenían en su participación anterior, no tuvieron la suerte necesaria para este tipo de competencia y no lograron largar la cuarta etapa. El problema en el motor Volvo V8 del Buggy, fue la temperatura. Algo que por más que se intentó, no se pudo solucionar por parte del equipo holandés y debieron abandonar, por lo que no llegarán a San Juan en carrera el próximo 13 de enero.
El comienzo del fin para Lino y Juan Pablo se dio en la tercera etapa (el martes), la que conectó las provincias de Tucumán con Jujuy. El desperfecto mecánico se dio cuando transitaban aproximadamente 250 kilómetros del especial, en la zona salteña de los Valles Calchaquíes, allí el auto empezó a levantar temperatura más de la cuenta sin hacer sospechar a los sanjuaninos que ese sería el epílogo para su accionar en la carrera. El motor Volvo V8 sufrió la rotura de la tapa de cilindro intermedia que posee, por lo que el refrigerante se perdió, esto ocasionó que se levante temperatura y la posterior rotura de dicho motor.
El binomio sanjuanino intentó por todos sus medios darle una solución al problema que los aquejaba en plena carrera, pero no pudieron ya que había que desarmar el motor para poder lograrlo. Los pilotos se encargaron de avisarle a su equipo que los esperaba en el vivac de Jujuy, aunque éste no pudo salir hasta que fue habilitado por la organización del Dakar. Esto sucedió pasadas las 22 del martes y con un largo recorrido por delante, más de 300 kilómetros. Cuando la asistencia llegó donde estaba el Buggy, eran las 4 de la mañana, de ayer. Con poco tiempo para arreglar el vehículo, los mecánicos comenzaron a contrarreloj con el trabajo, pero no llegaron a tiempo y los sanjuaninos no pudieron llegar a la línea de partida con el auto en condiciones.
Los problemas
Lino y Juan Pablo no pudieron probar y conocer el Buggy como les hubiese gustado, ya que lograron subirse por primera vez al auto dos días antes que se largue la carrera. En la primera etapa del Rally Dakar terminaron dentro de lo esperado, entre los 50 primeros y recién ahí sintieron lo que verdaderamente tenían entre sus manos.
Pero en el segundo día de competencia no todo fue color de rosas. El especial de velocidad lo habían iniciado de muy buena manera, en los primeros kilómetros habían logrado superar a 50 autos y cuando intentaban hacerlo con un vehículo que les venía largando mucha tierra, todo cambió. Los sanjuaninos intentaron pasarlo por el costado, no vieron una curva y se salieron del camino. Luego otro auto los chocó de atrás y eso más el golpe anterior con el camino, hizo que rompieran la suspensión delantera. Este problema los hizo llegar en la última colocación al vivac. Una experiencia que se veía que terminaría bien para los Sisterna fue todo lo contrario y no lograron cumplir el sueño que tenían.