Comenzaron hace un año con una cruzada para embellecer la fachada de las escuelas. Lo siguen haciendo, pero con un plus especial: ahora también trabajan gratis en el interior de los edificios escolares para mejorar sus instalaciones. Son los integrantes de la ONG Manos Solidarias Pocito, que recorren las instituciones educativas del departamento para realizar trabajos de refacción sin costo alguno.
Desde hace un par de años, los alumnos de la Escuela Maestro Argentino, en calles Aberastain y 18, no podían jugar al fútbol en la canchita de tierra que está en el fondo del edificio. El lugar fue invadido por yuyos y matorrales, y los arcos se desoldaron y herrumbraron por estar en la intemperie. Lo mismo les pasó con la huerta escolar que también llevaba bastante tiempo abandonada. Pero, desde hace una semana, recuperaron ambas instalaciones y, con esto, la diversión de jugar a la pelota en su propia cancha y de retomar la siembra de hortalizas. Fue tras la intervención de la ONG Manos Solidarias Pocito. "Nuestra meta es hacer todo lo posible para darles a los chicos de Pocito mejores condiciones para estudiar y mejorar su calidad de vida. Arrancamos el año pasado recorriendo las plazas y barrios con propuestas deportivas, inclusivas y artísticas para ellos, con merienda incluida. Y en ese recorrido notamos que algunas escuelas necesitaban una renovación de imagen, y así comenzamos con una cruzada que crece cada día más", dijo Silvio Vargas, líder de la ONG.
El primer trabajo que realizaron los chicos de este grupo solidario fue embellecer la fachada de las escuelas de Pocito, contando con la colaboración de Richard Araya, muralista de este departamento. Al que se sumaron también miembros de la comunidad educativa de cada institución y hasta vecinos de las zonas.
Vargas contó que la primera escuela en recibir este beneficio fue la Jorge Washington, en calles 6 y Lemos. Y que ya son 10 las que lucen en su frente un mural con mensajes educativos, de empatía, de respeto, de inclusión y de no violencia. "A medida que se fue difundiendo este trabajo que realizamos, nos llegaban pedidos de colaboración, pero para mejorar las instalaciones internas de las escuelas. Muchas están en zonas muy inhóspitas con chicos carenciados, y que no siempre consiguen respuestas de Educación a sus pedidos de obras menores. Es por eso que decidimos intervenir", dijo Vargas.
El joven contó que el primer pedido de ayuda lo recibieron de la Escuela Maestro Argentino, donde la cancha de fútbol y la huerta estaban abandonadas y sin poder usarse, especialmente por lo inhóspito del lugar. Junto a alumnos y docentes de esta institución, más vecinos de la zona, lograron recuperarlas, aunque aún requieren mejoras. Los arcos se soldaron y se instalaron sobre la cancha, pero resta pintarlos, como también terminar de emparejar el suelo de tierra al que liberaron de piedras y espinas. En tanto que la huerta, tras eliminar las malezas y de armar los surcos nuevamente, quedó lista para usar. "A lo mejor para algunos estos son trabajos innecesarios, pero para estos alumnos son de gran valor por eso también colaboraron con las tareas. Están por terminar las clases, pero al menos queremos continuar con esta cruzada en una escuela más antes del fin de este ciclo lectivo. Y aceitar todo para seguir con otras el año que viene", sostuvo Vargas.