Un superclásico siempre trae motivación extra para los jugadores de Boca y de River, aunque se trate de un partido de verano. Y que los goles lo hayan convertido justamente los dos centrodelanteros titulares de cada equipo no deja de ser una inyección de confianza extra para los primeros responsables de sacudir redes en sus equipos justo antes que comience el campeonato Clausura de AFA,donde los dos más grandes del fútbol argentino están obligados a mejorar las flojas campañas que realizaron últimamente.

Mariano Pavone demostró que le sigue quedando muy bien el apodo de “Tanque” cuando puso en ventaja a River. Es la segunda vez que le convierte a Boca, aunque claro, el primero quedará en la historia porque fue con el que Estudiantes se consagró campeón en aquel recordado desempate del Apertura 2006. El de anoche tiene otro significado para el delantero que él mismo confesó que debe mejorar mejorar su producción goleadora en el campeonato que está por comenzar.

En la otra vereda, Martín Palermo también empleó su especialidad, con el cabezazo que significó el empate definitivo del encuentro. El “Titán” ya le marcó uno a River en el triunfo por 2 a 0 al archirrival e el encuentro disputado en Mar del Plata, por lo que le demuestra a Falcioni que no solamente debe ser titular por su enorme pasado, sino que todavía tiene la vigencia para estar en el 11 inicial, cuando comienza recorrer los últimos tramos de su carrera.Ya dijo que sentía que éstos eran sus últimos partidos de verano en el fútbol profesional. Y los hizo marcando goles. Ahora los dos delanteros comenzarán con la moral alta el campeonato. Y en el fútbol el factor anímico es fundamental.