Magui Olave hará su debut en tierra sanjuanina este sábado, de la mano de Omega, que apostó a invitarla a su "Omegazo" con el que cierra el año. La cantautora cordobesa es una de las artistas femeninas que más se afianza en el género. Nacida en una familia cuartetera, es prima del "Potro" Rodrigo e inició su carrera como integrante de la banda de Ulises Bueno.
Con un interesante recorrido en la movida cuartetera de la Docta, ya es casi una habitué en las noches especiales que los festivales de Cosquín y Jesús María destinan al cuarteto. "Se produce una magia hermosa, uno da todo y la gente también. Son festivales que uno espera todo el año" dijo la artista en contacto con DIARIO DE CUYO, que habló sobre cómo forjó su carrera solista gracias a la que tiene gran notoriedad y que ya le ha dado hasta ahora cuatro discos editados y uno por salir. Magalí Campos Olave, como es su nombre de nacimiento, respondió además sobre cómo decidió cambiar su modo de vida tras sufrir el año pasado un síncope emocional en la calle. La también esposa del delantero de River, Matías Suárez, se mostró contenta de arribar a la provincia y resaltó la buena relación con la banda sanjuanina. Desde Omega destacaron cerrar un gran año con Magui como invitada.
– Cómo es ser mujer en el mundo del cuarteto cordobés?
-La verdad que me costó bastante, primero porque no había lugar dónde tocar, porque los empresarios no apostaban a una mujer haciendo cuarteto. Supimos esperar el momento y aprovechar la pandemia, cuando la gente estaba en su casa, que no tenía muchas opciones y desde cualquier lugar podíamos mostrar lo que hacíamos y eso hicimos. Pudimos mostrarle a la gente que una mujer también podía hacer cuarteto. Hice clips y streamings, fue la forma de hacer música, llegar a la gente y darle trabajo a mis músicos. Eso nos ayudó mucho a que la gente pudiera conocer nuestras canciones y que supieran quiénes éramos.
– ¿Hasta ese momento, cuál venía siento tu recorrido?
– Llevaba 4 años como solista, tenía 10 años antes en la música junto a Ulises Bueno. Llevaba tiempo teniendo un panorama de lo que era el cuarteto y cómo se necesitaba esfuerzo, trabajo y sacrificio para poder lograr todo lo que uno quiere para poder vivir de la música como hoy podemos hacer. A mí todo ese sacrificio me ayudó para, al momento de lanzarme como solista, tener más los pies sobre la tierra y saber cómo se trabaja ese camino que hay que hacer. En 2016, cuando volví a la Argentina, decidí armar mi banda, es algo que tenía pendiente. Así que empecé a buscar músicos. Estuvimos 8 años en Bélgica (NdeR: Suárez jugaba en el Anderlecht), ahí intenté no dejar la música, acabamos de tener una bebita y yo tenía 20. Componía y ahí surgió mi primer disco, que era una mezcla de todo, pero mi meta siempre fue volver a la Argentina y hacer cuarteto como solista. Mi primer show fue en un festejo aniversario del Club Atlético Belgrano, estaba muy nerviosa, pero ya había pasado muchas cosas y situaciones sobre escenarios y lugares que me ayudaron a entender que iba a tener que empezar de cero y remarla como cualquier banda que recién arrancaba. Creo que las ganas fueron más que el miedo y eso me ayudó a hacer un camino de 7 años como solista.
– El año pasado tuviste un susto con el síncope que sufriste y lo canalizaste en tu cuarto disco.
– Justo a tiempo fue una de las canciones que identifico en un momento de mi vida más difícil de lo habitual, es una canción cristiana que escuché y me sentí muy identificada, por eso que decidí reversionarla a cuarteto y hablar de lo que sucede cuando se siente que Dios puede rescatarte de una situación y ayudarte a seguir adelante.
– ¿Te volviste más creyente a partir de esto?
– Siempre fui muy creyente, pero hay momentos en los que por ahí Dios te hace ver las cosas desde otro lugar, y yo me volví un poco más atenta a cómo llevar las cosas, a cómo vivir la vida; intentar cambiar algunas cosas para tener una vida más tranquila.
– ¿No se te vino a la mente la muerte de Rodrigo, en esto de andar a mil?
– Creo que uno siempre tiene ese miedo de no saber hasta dónde te da la energía, hasta dónde te puede dar la cabeza. Cuando uno hace algo con tanta pasión no tiene límites, no mide el cansancio, la alimentación, no mide un montón de cosas que son básicas y el cuerpo te pasa factura y hay que poner atención sobre la marcha. Creo también que hay cosas que pasan por cuestión de destino, cosas que porque tienen que pasar en ese momento. Lo importante, más allá del miedo, es ir modificando algunas cosas que el cuerpo nos va avisando.
– ¿Tu elección por el género tiene que ver con él?
– Sí, claramente, yo tenía 11 años cuando él murió, me acuerdo muchas cosas pero mi papá también es músico. Hemos escuchado cuarteto desde que yo nací, compartí giras con mi papá y creo que cuando uno nace con la música en su casa y en la sangre, es inevitable después no hacerla o no querer investigar si es lo de uno, y ahí encontré un lugar donde yo era muy feliz y por eso ahora hago lo que hago.
– ¿Cómo influyó en tu carrera ser la prima de "El Potro"?
– Al principio todo el tiempo era "la prima de". Entendí que a la gente se le hacía fácil identificarme de esa manera y que tenía que poner todo de mí y buscar mi estilo para hacerle saber a la gente que yo también podía tener mi propia música. Me llevó un tiempo, gracias a Dios la gente puede identificarme por mi música; si bien no reniego de la familia que tengo, me siento muy orgullosa, pero siempre intenté buscar mi camino y que no me dijeran que quería copiar a alguien o que por tener un apellido lograr algunas cosas. Me esforcé como cualquier banda tiene que hacerlo y hoy hemos logrado un estilo propio en lo musical y en lo artístico. Fue una de las cosas que más me costó en estos 7 años.
– ¿Entonces fue una mochila?
– En algunos momentos me favorecía, en otros, no tanto. Pero siempre supe que mi familia era algo que me había regalado la vida y que obviamente tenía que llevarla con orgullo pero también que tenía que esforzarme para mostrar quién era yo.
– ¿Cómo compatibilizás tu profesión con el rol de "esposa de futbolista"?
– Siempre, desde el minuto cero, supimos que una cosa no tiene que ver con la otra, que cada uno tendría que cumplir sus sueños de manera individual y sin mezclar, porque la noche no tiene nada que ver con el deporte. Además soy mamá y entonces yo trabajo de noche pero de día estoy despierta. Intentamos que nos identifiquen por lo que hace cada uno, sin mezclar los roles. Igual siempre producimos juntos todo, mis shows, los discos o un festival, la imagen… Matías está en mi equipo también y nos complementamos, pero intentamos que su carrera sea la suya y que la mía sea la mía, aunque nos apoyamos mutuamente.
Omegazo. El sábado 16 Omega y Magui Olave darán shows en Patio de Olivia (General Acha 3040 sur) y en la apertura de Filipo en Zonda.