Un partido tremendo es el que se vivió ayer al mediodía en la Villa Obrera. Con un horario atípico pero con tribunas colmadas, se vio un buen espectáculo. Lo mejor vino cuando ya se moría el encuentro porque llegaron los goles decisivos en el raro empate 3-3.

Comenzó trabado en mitad de cancha, hasta que a los 10 el local pudo abrir el marcador, Aballay y el Bichín habilitaron perfectamente a Gerardo Morales para que el ex-Unión marcara su primer gol con la casaca de la Villa. De ahí en más el partido se abrió para cualquiera.

En el complemento, San Martín salió a buscar el arco contrario, mientras que los dirigidos por Herrera no encontraban el camino claro. Hasta que a los 18, Narváez aprovechó un error defensivo de su rival y empató para el Verdinegro. De ahí en más estuvo para cualquiera, pero a los 35, otra vez un error en la defensa de la Villa le dio un tiro libre para la visita que Martín Galletti ejecutó con sutileza al primer palo y puso a San Martín 2 a 1. El ánimo del puntero parecía que estaba caído, pero con el ingreso del Petinato Núñez encontró más aire, y a los 42 tras un remate de Ibaceta, y un tumulto de jugadores en el área chica, la pelota pegó en el palo, rebotó en un defensor y entró para el empate de la Villa. La misión era ir por más, y a los 46 Carballo lo intentó, encaró por el medio del área, Silva lo quiso marcar pero tocó la pelota con la mano, y Yevsin cobró penal que Federico Aballay cambió por gol para el delirio de la Villa. No todo terminó ahí, la visita se quedó con dos jugadores menos, pero en los restantes 9 minutos adicionados quedó tiempo para un gol más. A los 52, Alaníz otra vez se aprovechó de los errores de la defensa rival, y entró solo por la izquierda hasta la línea final para con su remate marcar un golazo. Fue final y empate en Chimbas, que le permite a la Villa seguir siendo puntero en compañía de 9 de Julio.