Buenos Aires, 12 de enero.- Ernesto Ferrer, presidente del CAO, consideró que "la gente desconoce la peligrosidad de los anteojos de sol que se venden en la calle y creen que hacen un negocio comprando lentes baratos, pero en realidad están comprometiendo seriamente su vista".
Ferrer explicó que esos anteojos "son oscuros pero no tienen filtros de rayos ultravioletas (UV), por lo cual en vez de proteger a la pupila de la radiación, el lente crea un efecto de cámara oscura que la dilata y hace que penetren en ella más radiación, dañándola y causando problemas en la visión".
Por eso, advirtió que "los anteojos de sol, aunque no tengan aumento, deben ser adquiridos en una óptica porque están hechos especialmente con los filtros de rayos UV adecuados".
Además, también debe tenerse en cuenta la coloración del lente porque el mismo debe ser adaptado, de acuerdo al lugar en que se usará.
"No es lo mismo el color de un anteojo de sol para la nieve que el que se usa para la arena porque la radiación es distinta y el óptico es la persona adecuada para optar por el tipo de lente y el color, que puede ser en la gama del gris o del verde", señaló.
Ferrer aclaró que "los chicos también deben usar anteojos de sol cuando están en la playa, en el campo o andan por lugares expuestos a la radiación ultravioleta".
En otro orden, el oftalmólogo aludió que "una de las enfermedades más comunes de la vista en verano son las conjuntivitis" y añadió que "el uso de las piletas, aumenta la exposición a gérmenes que proliferan en la época, por la temperatura y la humedad".
"La mejor medida de prevención de esas inflamaciones es el buen cuidado de las piletas, mantener los ojos limpios y evitar la exposición prolongada a los rayos solares", dijo y explicó que ante cualquier ardor o picazón de los ojos se debe realizar una consulta al oftalmólogo.
Por su parte, la oftalmóloga Clelia Crespo Nano, coincidió en que los anteojos para el sol de mala calidad generan mayor daño al favorecer la dilatación de la pupila y precisó que "si todos los días se usan lentes con aumento, hay que consultar con el oftalmólogo para que recete anteojos con filtro UV según sus necesidades".
Además, recordó que "no hay que tomar sol con lentes de contacto, salvo que tengan protección" y que "debe evitarse su uso al nadar, ya que eso aumenta el riesgo de contraer infecciones y sufrir resequedad ocular".