Es el parque industrial más grande de la provincia, allí se asentaron empresas relacionadas con la minería, que planean crear más de 500 nuevas fuentes de trabajo, y esta semana se convirtió en el primero del país en recibir un subsidio de 300 mil pesos de la Nación, a través del Programa de Parques Industriales del Bicentenario, para hacer obras de agua e infraestructura.
Pero no hay rosas sin espinas: se acaba de conocer que la expropiación del terreno donde se asienta el complejo industrial no fue fruto de un acuerdo consentido y sin problemas. Es más, recién ahora los ex propietarios de esas tierras -la sociedad dueña de la calera El Volcán- acaban de desistir de hacer un contrajuicio al municipio por las 2.700 hectáreas expropiadas por la municipalidad de Albardón. Ni Joaquín Ares -dueño de una de las pocas caleras exportadoras de capital local que quedan en la provincia-, ni sus allegados quieren hablar en voz alta del tema. Pero como siempre que hay enojos de por medio, las negociaciones que rodean a un proyecto tarde o temprano salen a la luz. Según fuentes del sector privado que participaron en las negociaciones, los ex propietarios de las tierras recibieron la irrisoria suma de 100 mil pesos por las 2.700 hectáreas ubicadas al lado de la estratégica ruta 40, lindando con el cerro Villicum. Y si bien allí sólo había arena y ripio, las fuentes cuentan que había interesados en comprarlas para viñedos de alta gama, que cotizan la hectárea en varios miles de dólares.
"La tasación no la hizo el municipio, sino el Tribunal de Tasación de la Provincia", replicó ayer Juan Carlos Abarca, quien siendo intendente hace 5 años -en la actualidad lo sucede su esposa, Cristina López- inició la expropiación de esos terrenos.
El parque industrial ocupa solamente 260 hectáreas, pero como todo el perímetro que lo rodea ya pertenece al municipio, desde éste ya se dijo en mayo pasado cuando se inauguró que lo tienen disponible en el caso de una futura ampliación de la zona industrial, para que el ensanche no perjudique zonas urbanas.
Abarca ayer contó la situación legal en que se encuentran los terrenos: Las 260 hectáreas correspondientes al parque industrial ya están escrituradas a nombre de la municipalidad de Albardón, mientras que las restantes aun no llegan a esa instancia aunque el juez ya entregó la posesión a la intendencia.
"No hay ningún problema con esas tierras, el municipio no tiene ningún juicio por esa expropiación", agregó Abarca.
Las fuentes deslizaron que hubo "presiones" para desistir del juicio y ceder el terreno, porque "si no lo cedían no iban a obtener la autorización municipal anual para trabajar la calera". Sin embargo esto último no fue admitido oficialmente por los ex propietarios.
Lo que sí trascendió es que la firma ha hecho una solicitud formal al municipio para que no se siga instalando infraestructura en las cercanías de la calera -porque las voladuras y el polvo en suspensión pueden causar un impacto ambiental no deseado-, además de requerir el asfalto -con fondos municipales o del plan de huellas mineras- del camino de ingreso y egreso de los camiones que trasladan la cal.