Simpáticas, bellas y talentosas. Tienen diferentes procedencias y formadas en diversas escuelas de canto, pero lo que más comparten en común es su amor por la ópera. Florencia Machado, María Belén Rivarola, Romina Pedrozo y Vanina Trifolgio son las voces femeninas que actuarán en Carmen de Georges Bizet y dirigido por Enrique Ricci y Felipe Hirschfeldt, que se presentará este primero de junio en el Auditorio Juan Victoria. Las cuatro intérpretes se encuentran trabajando desde el sábado último de manera intensa y sin descanso en los ensayos generales junto al resto del elenco, el coro y la orquesta.
Sienten un fuerte entusiasmo por mostrar todo lo que se han preparado en este tiempo. Ellas ya se conocían y tenían referencias por los antecedentes de cada una en otros escenarios. Pero gracias a esta producción, trabajan juntas por primera vez. Además, por su edad que promedia los 30 años, son las más jóvenes intérpretes que tiene la ópera argentina y llevan una carrera prometedora, tanto dentro como fuera del país.
Si bien cuentan con cierta experiencia en producciones anteriores, su manera de trabajar y la energía que ponen al cantar, inyectan sangre joven al género.
Incluso, Florencia quien encarnará a Carmen, la protagonista de la obra, representará por primera vez a este personaje y actuará junto a Luis Lima (Don José), uno de los más importantes tenores contemporáneos del país.
‘Estoy feliz por debutar en un rol con un elenco tan sólido. Además, cuento con la oportunidad de cantar junto a Luis, es genial como artista profesional. Me potencia un montón, me da seguridad y hace que pueda desarrollar profundamente a mi personaje. Estoy muy cómoda de poder hacer mi rol. Le tengo mucha fe y optimismo a esta producción’, señaló Florencia que tiene 30 años y viene de Rosario.
Su comprovinciana, María Belén Rivarola, hace el papel de Micaela, la enamorada de Don José y con quien piensa casarse. Tiene 26 años y le tocará interpretarla nuevamente, como lo hizo en el 2007, cuando se estrenó la obra en San Juan, con tan sólo 19 años. ‘Me da un placer enorme regresar a este personaje. Pero trato de renovarme y buscar dentro de mí, la fuerza para representarlo lo mejor posible. Con Luis hacemos un dúo muy bonito en el acto 1, nos encontramos muy bien y puedo expresarlo todos los sentimientos que tiene una mujer’, contó. Por su parte, Romina Pedrozo, sanjuanina y también actuó como Mercedes, la amiga gitana de Carmen. ‘Es una obra muy grande para prepararla en una semana. Ensayamos full time todos los días, aunque ya venimos preparadas, maximizamos los tiempos. Con Belén, logramos una madurez en lo vocal y en lo personal que hizo enriquecer nuestros roles. Con todas las limitaciones que hay en San Juan para hacer ópera, superar los desafíos es importante y quiero seguir aprendiendo de grandes cantantes que vienen aquí’, remarcó la soprano.
Finalmente, Vanina, hace de Frasquita, la otra amiga de Carmen. Viene de Buenos Aires y tiene 34. Ganó los concursos de la Fundación Ópera de San Juan en el 2008 y en el 2010. ‘Hace años que estudio mucho, el camino es complicado, pero nunca bajo los brazos. Entre las sopranos hay una competencia muy grande porque son muy buenas en todo el país. Pero salgo adelante dando lo mejor de mi voz y de mi talento. No la excelencia técnica cuenta, sino también en lo expresivo. Que alguien del público me diga que lo conmoví, lo hice reír o lo hice llorar, es lo mejor que pude lograr como artista, ese es mi objetivo’.
Sin mucho tiempo libre, sólo tienen un rato de distención a la hora almorzar o cenar. ‘Hablamos de todos los temas, pero nos encanta escuchar las anécdotas de Luis Lima, quedamos extasiadas porque las cuenta con tanta frescura, es un privilegio tenerlo en el elenco. Nos sacamos fotos y hasta le pido que me firme las partituras’, contó alegremente Trifolgio.
‘Para mí hacer Carmen es un desafío total, porque quiero plasmar el espíritu y siempre busco perfeccionarme. Apunto a la excelencia en dar lo máximo de mí y que la gente se conmueva con mi trabajo. Porque me comprometo con el’, se definió Florencia. Mientras que Belén afirmó que su principal meta es simplemente ‘cantar bien. Quiero crecer en lo técnico y en lo espiritual. Mi ideal es estar al servicio de estos grandes compositores universales, ellos lo hicieron para nosotros y para la posteridad. Transportar al público a este mundo maravilloso de la ópera y que se lo lleve a su casa, es algo indescriptible e impagable’, concluyó la soprano rosarina.