Siete veranos pasaron para volver a ver las embarcaciones navegando detrás de la imagen de la Virgen, en una procesión náutica que se había interrumpido por la emergencia hídrica. Ayer, el ritual volvió a realizarse en el embalse del Dique de Ullum y una veintena de botes, lanchas, motos de agua y hasta kayaks acompañaron la única procesión sobre el agua que se hace en la provincia, que además tuvo una particularidad: la encabezó la imagen de Nuestra Señora de los Dolores.