El Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria de personas aceptó ayer la invitación del presidente Mauricio Macri a visitar la Argentina, en respuesta al pedido de liberación inmediata de la militante Milagro Sala, detenida desde el 16 de enero en Jujuy.
Pero en la aceptación de la visita ese mismo grupo de trabajo de las Naciones Unidas alertó ayer por medio de su presidente, Roland Adjovi, que el viaje al país, previsto para mayo de 2017, "no puede constituir una respuesta a nuestra decisión. La única respuesta satisfactoria es la liberación" de Milagro Sala.
De esta manera, los integrantes del grupo de las Naciones Unidas que hace un mes emitieron un informe en el que reclamaban la liberación "inmediata" de Sala y ayer dejaron en claro que la aceptación de una invitación del Gobierno "no estará exclusivamente ligada al caso Sala". Adjovi destacó: "El gobierno federal de Macri tiene obligaciones en ese sentido en el plano internacional. La naturaleza federal de la Argentina no puede ser una excusa escapatoria a sus obligaciones".
Ayer en la Casa Rosada había cierta satisfacción por la aceptación de la visita de parte del Grupo de Trabajo de la ONU luego de la dura afrenta que significó el comunicado del viernes pasado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, que también reclamó la liberación "inmediata" de Sala. En la Casa Rosada se comunicaron con el gobernador de Jujuy, el radical Gerardo Morales, que también se mostró satisfecho con que la visita de los funcionarios de la ONU servirá para "aclarar y mostrar que la justicia jujeña actuó en forma independiente en la investigación de causas de corrupción que involucran a Sala", según deslizó Morales a varios funcionarios.
Además, tanto en la Casa Rosada como en el gobierno de Jujuy creen que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA aún no se expidió sobre el tema de fondo, que es el pedido de medidas cautelares que hicieron el CELS y Amnistía Internacional para liberar a Sala.