Las tasas de mortalidad por cáncer de mama continúan disminuyendo en muchos países, pero una revisión de las tendencias de mortalidad en 47 países de todo el mundo indica algunas disparidades significativas, particularmente en Corea del Sur y algunas naciones latinoamericanas, según las conclusiones de un estudio presentado en el Simposio de Cáncer de Mama San Antonio de 2016, que se celebra hasta este sábado en San Antonio, Texas, Estados Unidos.
"El cáncer de mama es, con mucho, el principal tipo de tumores en las mujeres y en todo el mundo representa una cuarta parte de todos los cánceres en mujeres", subraya la autora principal del estudio, Cécile Pizot, miembro del Instituto Internacional de Investigaciones Preventivas de Lyon, en Francia. "Comparar las tendencias de mortalidad entre los países ayuda a identificar qué sistemas de atención sanitaria han sido los más eficientes para reducir la mortalidad por cáncer de mama", añade.
En este trabajo, Pizot y sus colegas extrajeron información sobre las muertes por cáncer de mama de la base de datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y calcularon las tasas de mortalidad durante los años 1987-2013, estratificando los resultados por grupos de edad.
En general, la mortalidad por cáncer de mama disminuyó en 39 de 47 países, incluidos Estados Unidos y las naciones europeas más desarrolladas. Inglaterra y Gales registraron la mayor caída en la mortalidad, con un descenso del 46 por ciento. Pizot dice que esta tendencia era de esperar, debido a los avances en la detección y el tratamiento en las últimas décadas.
Las naciones latinoamericanas experimentaron aumentos dispersos de la mortalidad. Por ejemplo, en Brasil y Colombia las tasas de mortalidad se incrementaron en mujeres de todos los grupos de edad, mientras que en Argentina y Chile las tasas de mortalidad disminuyeron en todas las mujeres.
El dramático caso de Corea del Sur
Corea del Sur registró el aumento más dramático en la mortalidad por cáncer de mama, con un incremento del 83 por ciento en general y una mayor mortalidad en cada grupo de edad. Sin embargo, la tasa de mortalidad por cáncer de mama sigue siendo inferior a la tasa en Estados Unidos: 5,3 por 100.000 mujeres en Corea del Sur en comparación con 14 por 100.000 mujeres en Estados Unidos en el periodo 2011-2013.
"Corea del Sur ha experimentado grandes cambios sociales desde la década de 1950 y rápidamente pasó de ser un país agrícola en desarrollo a ser un país altamente industrializado y occidentalizado –aplaude Pizot–. Estos avances tan rápidos podrían explicar el importante cambio en la mortalidad por cáncer".
En Estados Unidos, la tasa de mortalidad disminuyó un 42 por ciento, pasando de 22 muertes por 100.000 mujeres en 1987-1989 a 14 muertes por 100.000 mujeres en 2011-2013. Pizot señala que las tasas de mortalidad disminuyeron para todos los grupos de edad: en un 50 por ciento para las mujeres menores de 50 años; en un 44 por ciento para las mujeres de entre 50 y 69 años de edad; y un 31 por ciento para las mujeres de 70 años o más.
Pizot dice que esto refleja el hecho de que las mujeres más jóvenes tienden a recibir tratamientos más intensos –como ciclos más largos de quimioterapia–, que prolongan su supervivencia y pueden aplazar la muerte por cáncer de mama en las mujeres de más de 50 años y de mayor edad.
Sin embargo, señala que el papel de la detección del cáncer de mama no es claramente evidente en las tendencias de mortalidad, ya que el estudio reveló varios casos donde los países con similares localizaciones geográficas y estado socioeconómico experimentaron tendencias similares, independientemente de si se empleaba la mamografía de cribado desde los años 80 o si se introdujo en 2005 o más adelante.
"Este hallazgo subraya la dificultad de aislar un solo factor común que tenga una influencia importante en las tendencias de la mortalidad", afirma Pizot, agregando que la investigación futura sobre la mortalidad por cáncer de mama debería centrarse en otras facetas de la gestión del cáncer de mama, como terapias, acceso a la atención y el uso de equipos multidisciplinarios.
"Las diferencias en los sistemas de atención de la salud y la gestión de los pacientes podrían explicar las discrepancias en la reducción de la mortalidad entre países similares", argumenta. "Sin embargo, actualmente hay pocos datos que comparan la atención de pacientes con cáncer de mama entre países", lamenta Pizot, quien señala como una limitación del estudio que no había datos disponibles para muchos países latinoamericanos, asiáticos y africanos.
Vía Europa Press