Más de 70 mil estudiantes marcharon ayer en Santiago de Chile, exigiendo mejoras en la educación pública, frente a una fuerte caída en la popularidad del presidente, Sebastián Piñera. ‘En Chile está prohibido pensar‘ y ‘Educación igualitaria para todos ahora‘ se leía en algunas de las pancartas que desfilaban, en la mayor marcha registrada en lo que va del Gobierno del mandatario y que terminó con enfrentamientos con la Policía.
Además, de la Alameda, la principal arteria de la capital chilena, las manifestaciones se repitieron en Valparaíso, Talca, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia y Puerto Montt.
Entre los pedidos, los manifestantes reclamaron más recursos del Estado para la educación, menores costos de transporte, reducir desigualdades y aliviar las abultadas deudas con las que quedan los universitarios al egresarse. Esta situación se da porque, los aranceles son altos y los créditos que se ofrecen para pagarlos tienen también altos intereses.
El fortalecido movimiento estudiantil se suma a otros dolores de cabeza para Piñera, quien en los últimos meses ha experimentado un constante descenso en su popularidad, que llegó al más bajo nivel desde que asumió la Presidencia hace 15 meses.
El rechazo a la construcción de un megacomplejo hidroeléctrico en la Patagonia chilena y la discusión de un proyecto que extiende el reposo post natal para madres trabajadoras, así como quejas del lento avance en el proceso de reconstrucción tras el potente terremoto de febrero del 2010, nublan los planes del Gobierno.
‘Con un 35% de aprobación va a ser muy difícil para el Gobierno hacer cualquier reforma legislativa significativa‘, dijo Patricio Navia, profesor de la Universidad de Nueva York. Mientras que para el analista Ricardo Israel, el mandatario pudo evitar una escalada de conflictos en su primer año de Gobierno al priorizar las tareas de atención a la emergencia por el terremoto y el inicio de los planes de reconstrucción. ‘Este Gobierno desperdició su año de tranquilidad‘, afirmó Israel.
En cuanto a la marcha estudiantil, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo, destacó que la multitudinaria participación puso en evidencia que ‘la sociedad está exigiendo un cambio en la educación‘. Pero, en contraposición, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, criticó el movimiento estudiantil, al que calificó de reducido diciendo: ‘Hay un grupo de estudiantes, pequeño que quiere parar, y está dispuesto a arruinarle la vida a un grupo mucho más grande que quiere estudiar‘.
A la movilización, convocada por estudiantes universitarios, se adhirieron el Colegio de Profesores, los funcionarios del Ministerio de Educación y la Asociación Nacional de Empleados Fiscales. Por esto junto a los miles de estudiantes, marcharon pacíficamente profesores, funcionarios públicos y algunos diputados. Sin embargo al término de la manifestación, grupos aislados de encapuchados se enfrentaron con la policía, que utilizó carros hidrantes y gases lacrimógenos para dispersarlos.