Buenos Aires, 5 de mayo.- Según el diario El Mundo, Suttles intentó frenar la inquietud desatada por la noticia asegurando que la compañía cuenta el apoyo de una flotilla de 22 barcos pesqueros que no sólo participan en las tareas de limpieza, sino que tienen la misión de "localizar el petróleo y asegurarse de que no llega a la costa".

Varios políticos locales, encabezados por el congresista demócrata Gene Taylor, intentaron en las últimas horas rebajar la sensación de alerta. "Quiero que la gente sepa que esto ni el huracán Katrina ni Armageddon", dijo Taylor. "Yo he trabajado 13 años en la prevención de vertidos de petróleo como guardacostas, y doy constancia de la mancha es mala, pero quiero recordar a la gente que está a veinte millas de las marismas y que se está rompiendo en partes más pequeñas de un modo natural".

"Hay sitios en los que parece leche chocolateada", precisó Taylor, en una de esas frases para la historia. "El resto parece como una mancha de diesel y hacia los bordes se va haciendo más fina".

Científicos como Edward Overton, profesor de Ciencia Ambiental de la Universidad Estatal de Luisiana, se subieron a la nueva corriente y expresaron un relativo optismismo ante la evolución del vertido. "El miedo que tenía la gente no se ha materializado", declara Overton al New York Times.

Los gobernadores del Golfo de México se vieron ayer las caras en Mobile, Alabama, para coordinar una respuesta conjunta.