Después de obtener un trabajoso dictamen de mayoría en el plenario de Comisiones en la Cámara de Diputados, el Gobierno respiró con alivio por haber superado el primer gran escollo para avanzar con la Ley Ómnibus y todo parecía encaminado a llevar la pelea al recinto para la media sanción. Sin embargo, en medio del paro de la CGT, en contra del DNU y la propia Ley de Bases, y la resistencia de varios diputados de la oposición -que firmaron en dictamen en disidencia- de apoyar el proyecto con el aumento de las retenciones agrícolas e industriales, sin cambiar ya la fórmula de movilidad jubilatoria y las privatizaciones de empresa públicas, amenaza con echar por tierra todo lo acordado y pone bajo riesgo la sesión especial prevista para el martes próximo. Ahora, el Gobierno teme que en la votación en particular en el recinto de la Cámara baja sucumban los artículos claves para poner en marcha el plan de déficit cero, la principal espada del programa de gobernabilidad de Javier Milei.
Como parte del proyecto de ley, el Gobierno busca privatizar una serie de empresas públicas -aunque ha dado marcha atrás con la venta de la firma de energía estatal YPF- y pretende subir el derecho de exportaciones a la soja y sus derivados trepando del 31% al 33%. Este último punto es el más resistido por los gobernadores dialoguistas de Juntos por el Cambio (JxC) que pueden rescatar o darle el golpe de gracia a la ley. Consciente de eso, Milei mandó el miércoles al ministro de Economía, Luis Caputo, a advertir a los mandatarios provinciales que si no se aprobaba la ley como está redactada originalmente en el capítulo económico "habrá un ajuste inmediato en los fondos que la Nación envía a las provincias". Y ayer, el propio Jefe de Estado pronunció una frase en el mismo sentido en la reunión de Gabinete: "Los voy a dejar sin un peso, los voy a fundir a todos", lanzó, sin rodeos ante la atenta mirada de sus ministros, luego de que trascendiera que el conteo de votos en la Cámara de Diputados muestra un escenario complejo para el oficialismo.
En la ardua negociación con la oposición dialoguista la Ley Ómnibus, que arrancó con más de 600 artículos, perdió 140 y ni el Presidente ni Caputo están dispuestos a ceder más, pero… Ayer, después de que los diarios reflejaron la furia de Milei, el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, que ofició de interlocutor y negoció cara a cara con el ministro del Interior, Guillermo Francos, el acuerdo para sacar dictamen de mayoría de la Ley Ómnibus, consideró que el Gobierno nacional "es muy débil" en términos políticos, y aseguró que su respaldo "o no" a las propuestas del oficialismo se basará "en principios e ideas, y no sobre presiones puntuales".
Frigerio, en una conferencia de prensa reafirmó la decisión de los gobernadores de JxC de "colaborar con un Gobierno nacional muy débil, que no tiene mandatarios y muy pocos diputados y senadores", y advirtió que ese espacio apoyará medidas que permitan "gestionar y generar gobernabilidad", pero no respaldarán las iniciativas que "atenten contra las fuentes de trabajo".
"Si apoyamos es porque creemos que ese es el camino. Entendemos que cada provincia tiene que hacer esfuerzos y manejarse de manera austera para encontrar un equilibrio, independientemente de las presiones que podamos recibir", recalcó.
Por su parte, los bloques Hacemos Coalición Federal e Innovación ratificaron ayer que van "defender a los jubilados, a los sectores productivos y a los intereses de las provincias" en la sesión de la Cámara de Diputados que debatirá la ley "Bases", con lo cual reiteraron que no aprobarán los artículos del dictamen de mayoría sobre el sistema de ajuste de los haberes y las retenciones agropecuarias e industriales.
> La cita con el Papa
El Papa Francisco recibirá finalmente a Javier Milei el lunes 12 de febrero. Lo confirmaron fuentes involucradas en el viaje. Sin embargo, ni el Vaticano ni el Gobierno lo anunciaron oficialmente. La audiencia la pidió hace días la embajadora saliente ante el Vaticano, Fernanda Silva.