Buenos Aires, 9 de mayo. – Con un 7% menos de gente que el año pasado y una venta similar en general e incluso superior en algunos stands, la 35 edición de la Feria del Libro entra en su recta final ante la alegría inesperada de expositores y organizadores frente a la adhesión masiva del público.
"Tuvimos una primera semana floja pero después la feria se estabilizó y calculamos que ha habido una baja de un 7 por ciento menos de gente en esta edición con respecto a la del año pasado", dijo a Télam Horacio García, presidente de la Fundación El Libro.
En un rápido semblanteo de esta feria, García apuntó que "en esta edición se ven menos extranjeros, menos visitantes del interior y un público que fue creciendo con el correr de los días. La cantidad de gente que vino el viernes, fue superior a la del 1 de mayo, el día con mayor concurrencia histórica según las estadísticas", agregó.
A su vez, Martha Díaz directora de la fundación consideró que la feria "fue atípica ya que no podemos analizarla sin ver el contexto en que se desarrolló. Los primeros días hubo como un hueco que realmente se sintió pero desde el 30 cambio el clima y la feria repuntó".
La misma impresión tienen mucho de los expositores entrevistados por Télam que coincidieron en señalar que sus expectativas al comenzar esta edición no eran buenas, aunque con el transcurrir de los días el panorama se volvió mucho más alentador.
Para Díaz, "no se puede comparar esta feria con la del año pasado, que fue la mejor de todas las realizadas con 1.212.000 personas y un record de ventas", al rescatar la buena perfomance de esta 35 edición que contra todo pronóstico levantó vuelo.
En el stand de Planeta, la cantidad de gente hacía difícil avanzar entre las estanterías, mientras Raúl Robledo iba señalando los títulos que más vendieron en esta edición, entre los que se encuentran "La filosofía y el barro de la historia", de Juan José Feinmann y los libros de Felipe Pigna.
"En cantidad de ejemplares vendimos un 5% más que en 2008, y la facturación subió bastante, porque los libros están más caros", comentó.
Ezequiel Martínez de Alfaguara dijo exultante: "superamos nuestras expectativas, vendimos entre un 7 y un 10% más de libros que el año pasado y mencionó entre los más vendidos a los "Papeles inesperados" de Julio Cortázar y "Me llaman Artemio Furia", de Florencia Bonelli.
Por su parte, el jefe de ventas de Sudamericana, Abel Moretti, dijo que superaron en un 23% en ventas de ejemplares y están un 40 % más en facturación. Y el gerente de Grupo Editorial Norma, Antonio Santana, calculó que "estamos un poco más arriba, que el año pasado", aunque todavía no tienen los números finales.
Una opinión compartida por Nicolás Abreu de Capital Intelectual que aseguró un incremento en ventas de un 5 por ciento. Algunas editoriales, entre las que figuran Albatros, Paidós, Sigmar, Fondo de Cultura Económica, estiman que han vendido una cantidad de libros similar que el año pasado y coincidieron en subrayar que la buena marcha de la feria los sorprendió en el marco de la crisis internacional.
Sin embargo, hay casos como editorial Atlántida en que "la facturación fue menor que la del año pasado, aunque creo que en cantidad de ejemplares estamos iguales. Nosotros tenemos muchas ofertas y la gente se lanzó a comprarlas", aclaró.
"Esto es la Argentina", exclamó Hugo Galante de Ediciones de la Flor a Télam, y comentó que a pesar de todos los malos augurios, "la gente ha venido con plata para gastar. Nosotros no nos podemos quejar. No tengo todavía los números pero hemos vendido muy bien, sobre todo el humor gráfico", especificó.
Susana Fernández de la librería Cúspide contó: "hemos tenido una respuesta del público mucho mejor de la esperada y estamos un 5% arriba en ventas y alrededor de un 20% más en facturación, lo que sí creo es que este año hubo menos gente. Fernández aludió al libro de autoayuda como uno de los caballitos de batalla de la feria, "ya que es un género con mucha popularidad, la gente pide títulos de Bernardo Stamateas, de Isha, Brian Weiss, autores que han visitado la feria".