Los familiares de Miguel Alejandro Quiroga Murakami pidieron perdón por el accidente ocurrido el lunes por la noche en el cerro Gordo, en las cercanías de Medellín, que terminó con la vida de gran parte del plantel del club Chapecoense, dirigentes, periodistas y miembros de la tripulación del avión.
Afirmaron que el piloto de la empresa LAMIA "hizo hasta lo imposible" para resguardar la vida de la tripulación, de los periodistas y de los jugadores del club brasileño que viajaban a Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana.
"Miki amaba la vida y no tenemos duda de que hizo hasta lo imposible para salvar a todos y, como familia, nos solidarizamos con el sufrimiento de cada una de esas vidas y pedimos perdón por el accidente", dice el texto que escribió a través de WhatsApp el ex senador opositor exiliado en Brasil, Róger Pinto, cuando el periódico boliviano El Deber lo consultó sobre la repatriación de los restos del piloto, casado con una de las hijas del político.
Miki amaba la vida y no tenemos duda de que hizo hasta lo imposible para salvar a todos
Quiroga Murakami, que radica en la pequeña localidad brasileña de Epitaciolandia (Acre), estaba al mando de la aeronave Avro Regional RJ85, que se accidentó el lunes por la noche por falta de combustible.
Según Pinto, el ahora fallecido piloto cuando estaba en tierra firme cambiaba a su círculo de amigos por la vida hogareña. "Asumía el rol de padre y esposo a tiempo completo. Sentía gusto especial por atender a sus hijos", relató.
Se prevé que el cuerpo de Miguel Quiroga sea sepultado en el cementerio general de Cobija.