El anuncio del presidente Barack Obama en su discurso del Estado de la Unión de que EEUU negociará acuerdos de libre comercio con Asia y Europa ha planteado una pregunta espinosa: ¿Cómo impactará en Latinoamérica la creación de estos nuevos bloques comerciales de las economías más grandes del mundo?

La respuesta parece ser que algunos países latinoamericanos se beneficiarán con esos megaacuerdos comerciales, mientras que otros se perjudicarán. Antes de analizar cuáles países saldrán bien parados de la nueva geografía comercial mundial y cuáles no, veamos los hechos.

En su discurso anual ante el Congreso, Obama anunció que además de las actuales negociaciones para firmar un Acuerdo de Asociación Transpacífico con varios países asiáticos y algunos países latinoamericanos de la costa del Pacifico, Washington iniciará conversaciones para firmar un Acuerdo de Asociación Transatlántico con los 27 países de la Unión Europea.

El acuerdo Transatlántico, que busca entre otras cosas impulsar la recuperación de Europa y reactivar la economía mundial, llevaría a la creación del bloque de libre comercio más grande del mundo. Estados Unidos y Europa ya representan el 47 % de la economía mundial y un tercio del comercio mundial.

Aunque la Unión Europea ya es el socio comercial más importante de EEUU y las tarifas aduaneras entre ambas partes ya son bajas, de alrededor del 4 %, el Acuerdo Transatlántico le daría un impulso mayor al comercio bilateral, reduciendo costos a las exportaciones por barreras regulatorias.

Los acuerdos de libre comercio Transpacífico y Transatlántico de Obama son las iniciativas comerciales más ambiciosas de EEUU después del colapso en el 2005 de las negociaciones para un Area de Libre Comercio de las Américas, que incluía a 34 países del continente.

Ahora, en ausencia de otro proyecto estadounidense para crear un bloque de libre comercio continental en las Américas, los nuevos planes comerciales de Obama con Asia y Europa podrían tener un impacto positivo en México, Centroamérica, Colombia, Chile y otros países que ya tienen acuerdos de libre comercio tanto con EEUU como con Europa, dicen la mayoría de los expertos en comercio internacional. Inversamente, las nuevas iniciativas comerciales estadounidenses pueden perjudicar a los miembros del Mercosur -el bloque comercial integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela-, que no tienen acuerdos de libre comercio con EEUU, ni con Europa, y que consideran que pueden seguir comerciando principalmente con China, que representa alrededor del 12 por ciento de la economía mundial.

A menos que los países de Mercosur concreten como mínimo un acuerdo de libre comercio con Europa, les resultará cada vez más difícil competir con sus vecinos que ya tienen acuerdos de libre comercio con EEUU y Europa.

Mi opinión: Aún está por verse si los acuerdos de libre comercio Transatlántico y Transpacífico se concretarán, y si serán tan ambiciosos como los pintó Obama. Y también es posible que China reaccione acelerando sus propias negociaciones para formar su propio megabloque comercial con India y otros países asiáticos.

Pero coincido con casi todos los expertos en comercio internacional en que si los países del Mercosur no se insertan en alguno de los nuevos megabloques comerciales del mundo, se quedarán cada vez más atrás respecto de México, Colombia, Chile y otros de los países mas globalizados de América latina.

Considerando que Latinoamérica representa tan sólo el 8 % de la economía mundial, los miembros de Mercosur se engañarán a si mismos si creen que podrán crecer más rápido comerciando tan sólo en su propio vecindario.

El mundo de los megabloques comerciales se parecerá cada vez mas al juego de las sillas, o de las sillas musicales, en el que los países que no encuentren un lugar se quedaran fuera de juego.

Los países del Mercosur entre los que figuran Brasil y Argentina serán los mayores perdedores si se concretan los megaacuerdos comerciales con países europeos y asiáticos.