Los precios que tuvieron al final de la temporada invernal las variedades tardías, o de larga conservación, tipo Sintética 14, hicieron suspirar a más de un productor de cebollas. Es que para los meses de julio y algunos días del mes de agosto la bolsa de cebolla se fue a las nubes, por su gran escasez en todo el territorio argentino. Hubo ventas en finca de $130, $150, $180 y un final de $210 pagados en el camión. En la feria de destino, mucho más. Y el ama de casa, que la compra en el verdulero que pasa por el barrio, o en el mercadito de la esquina, al ver el precio por kilo, dejó de comprar o por lo menos hizo menos empanadas, buscando cuidar el bolsillo. Es más, los atados de los tradicionales manojos de verdeo, pasaron de $4 a $6, $8 y algunos días hasta $10 por unidad, algo inusual.

Pero el arranque de la cebolla temprana, de primavera, precoz o Valencianita por su nombre, no fue bueno. El precio por bolsa rejilla de 22 kilogramos no era el esperado, tuvo algunas ventas a $50 y $60 en finca y finalmente se cayó. Hoy se están pagando escasos $26, y hasta $28 como mucho por bolsa, como es el testimonio del agricultor Rodrigo Villafañe, en Jáchal, quien cargó esta semana parte de un equipo que iba para el Norte, más específicamente para Tucumán.

Su padre, Ramón, dijo a SUPLEMENTO VERDE que cebolla hay, y en cantidad, pero los precios no acompañan para nada. Además, se suma que la bolsa para envasarla subió de la temporada pasada el 100%, pasando de $1,20 – $1,30 por unidad a $2,40- $2,60 y en casos de semanas de falta de stock, ya que las fábricas no abastecen con normalidad, tocó los tres pesos. El trabajo manual de embolsada, hecho con cuadrillas de operarios, se ha complicado ya que de $5- $6 en la campaña anterior se fue a $8- $9 por bolsa, en la actual.

El panorama no es bueno. Si se agrega que el clima ha empeorado la calidad por la aparición de hongos y se deben aplicar fungicidas, y los costos de los agroquímicos subieron, peor es el momento de los chacareros.

La falta de mano de obra es un factor que está mermando la actividad hortícola, que con los planes sociales ve afectada gran parte del motor de movimiento: los jóvenes con ganas de trabajar. Los salarios han subido dada la escasez de gente.