¿Quién dijo que las vacaciones eran un tiempo para dormir hasta muy tarde y no hacer absolutamente nada de nada? Seguramente habrá muchas personas que tengan este plan para sus hijos por estos días, salvo Claudio Alessio, un papá comprometido, pero además filósofo, profe de Lógica y experto en crear contenidos en base a nuevas tecnologías que, alertado por un informe que cuantifica lo mucho que pierden los niños en edad escolar en el receso de verano en un área específica como matemática (ver Mucho más que una resta), puso manos a la obra y creó Los Desbloqueadores. Esto no es ni más ni menos que un programa "de enriquecimiento y experiencia de intercambio en línea” -tal como lo define su inventor- para inspirar a los participantes -en este caso chicos de 9 a 13 años- a sortear obstáculos y situaciones complicadas, jugando diferentes desafíos y en cada uno de ellos, poner en práctica conceptos matemáticos como hacer cálculos por ejemplo, pero además sistematizando información, organizando tareas, tomando decisiones informadas, haciendo acuerdos, negociando con el resto del grupo, probando distintas hipótesis, comunicando ideas, entre otras acciones. Su objetivo es acercar herramientas que les permitan pensar y resolver problemas, más allá de las matemáticas, por supuesto. 

La propuesta que tiene fecha de largada a mediados de febrero próximo y por un plazo de cuatro semanas, tiene un cupo de 4 a 12 personas por profesor acompañante (se piensa que se dividirán en edades o por requerimientos de conocimientos). Serán 4 encuentros virtuales en sesiones de videoconferencia (por Meet o Zoom) en los que cada participante tendrá un espacio de trabajo personal, otro en parejas y otro compartido en grupo para cumplir con todos los objetivos, según se ha planificado. Esos encuentros será los días sábados, entre las 10 y las 11:15 o de 16 a 17:15 horas -entre 75 a 90 minutos aproximadamente ya que está previsto que puedan extenderse-, aunque podrán haber comisiones los días martes o jueves en caso que se requiera. Es más, entre semana, habrá otras actividades para adentrarse en otros temas que surjan en el camino de intentar resolver el problema que los convoca pero también para mejorar habilidades de comunicación o de trabajo en equipo.

"Lo interesante es que vamos a utilizar Inteligencia Artificial para hacer seguimiento de los procesos ya que entendemos que uno de los factores claves en el desarrollo del pensamiento y en el aprendizaje en general, es la retroalimentación con un intercambio preciso, amable, informado”, cuenta Claudio, quien se planteó que esta herramienta sirve para facilitar o gestionar un espacio de diálogo, de preguntas interesantes según el Método Socrático -que lo que busca es formular interrogantes contra ejemplos para habilitar el propio descubrimiento o el pensar por sí mismo- para que no se deje sin continuidad el trabajo de cada chico, algo que de otro modo sería humanamente imposible de llevar a cabo. Por supuesto que los docentes monitorean los desempeños para poder lograrlo. E inclusive va a permitir sugerir para profundizar algunas áreas, lecturas, actividades o videos complementarios.

Por ahora lo que hay que desbloquear son cuatro aventuras, a resolver entre decisiones estratégicas y cálculos. De todos modos, su creador no descarta que las propuestas evolucionen y se multipliquen. Uno de ellos es Operación Nemo, que es un juego cooperativo en el que los participantes deben desempeñar el rol de capitanes de un barco que transporta componentes para la construcción de una isla artificial con fines científicos. Los navegantes deben hacer viajes teniendo en cuenta prioridades para completar su misión y por supuesto condiciones meteorológicas -especialmente las tormentas- que les permitan cumplir su objetivo. En este juego hay que aplicar acciones de cooperación, planificación, cálculo, toma de decisiones informada, administración de recursos, comunicación asertiva, falsa causa.

El segundo juego es Desafío portuario, en el que cada uno es un estibador de puerto y debe localizar una serie de conteiners que transportan alimentos, vacunas y otros elementos, empleando una planilla de coordenadas y ordenarlos convenientemente en los barcos correspondientes según una ruta específica. La dificultad es que hay información distribuida en las planillas de otros jugadores por ende, la comunicación será clave para lograr la carga, en el tiempo estipulado. Aquí se pone en juego habilidades como coordenadas, ordenamiento, logística, toma de decisiones rápidas, criterios de búsqueda.

Agua es otra de las propuestas que sugiere ser administrador de un recurso vital y escaso, para lo cuál se deben tomar decisiones críticas basadas en información limitada y así gestionar eficientemente su uso. Los jugadores también asignan presupuestos para mejorar infraestructuras hídricas. Tras cierto período, se libera el agua almacenada en los diques, evaluando las consecuencias de las decisiones de cada jugador. El éxito se mide por la capacidad de cumplir objetivos como estimación, priorización, sistematización, eficacia, fracciones, cálculos, cómo enfrentar la incertidumbre, búsqueda de acuerdos, principio de Pareto.

Bosque en llamas es un juego donde los participantes desempeñan roles directivos en la estrategia para apagar un incendio forestal de gran escala en la que miles de hectáreas se incendian por hora. Deberán tomar decisiones críticas en poco tiempo que implican pérdidas calculadas de especies animales para resguardar lo máximo posible la zona dañada del bosque en términos de biodiversidad. Habilidades que se trabajan: cambios acelerados, estrategia, gestión del tiempo, planificación, asignación de recursos, decisiones ponderadas.

¿Estás preparado? 

Mucho más que una resta 

Muchos fueron los factores que empujaron a Claudio a intentar hacer más divertidas las matemáticas y otras capacidades que no solo sirven para la escuela, sino para la vida misma. Primero y principal el saber que en el receso escolar según informes a los que tuvo acceso, 

"hay un problema en matemática, más que en otras disciplinas, algo que está bastante estudiado que es la pérdida equivalente a un mes y medio de aprendizaje, por falta de actividades. No necesariamente tenés que seguir haciendo las mismas rutinas de clase para ejercitar y por eso Los Desbloqueadores son una alternativa creativa por ejemplo. Otro modo es tener conversaciones matemáticas con nuestros hijos entonces va cobrando sentido el uso de las matemáticas en la vida cotidiana y se convierte en concepto. Así es como podemos planificar un viaje y proponerles sacar el cálculo de cuánta nafta vamos a necesitar, o cuántos kilómetros vamos a recorrer, qué presupuesto necesitamos. Esos estudios demuestra justamente que si una persona no realiza ninguna actividad durante el largo receso de verano, va a haber una pérdida necesariamente de desempeño matemático que obligan luego a las escuelas a reforzar en una etapa de nivelación”, explica el profesional.

Pero no es lo único. "Hace un tiempo que vengo trabajando y analizando algunos indicadores respecto de la matemática, como por ejemplo las métricas de las diferentes pruebas -especialmente las Aprender- que denotan los bajos niveles de los alumnos de primaria en esta materia. A eso se suma un estudio de hace un tiempo ya, realizado en la Universidad Católica que consultaba sobre Orientación Vocacional y toma de decisiones de adolescentes respecto de las carreras que elegían. Con una muestra de mas de 1000 chicos, la mayoría, respondió que prefería carreras que no tuviesen matemática. Era la constante para tomar una decisión vital. Sin embargo, la mayoría de las carreras tiene matemática, inclusive en las Sociales, porque tenés que saber sobre estadística o lógica por ejemplo, una de las materias de Filosofía. A tal punto se llega que hay estudios científicos para ver el impacto sobre el rechazo a las matemáticas y cómo crece con la edad, porque al principio de la escolarización hay una actitud positiva hacia estos conocimientos en un 70 por ciento y va cayendo en un 25 por ciento de ciclo escolar a ciclo escolar”, comparte su preocupación y su interés por encontrar modos para solucionarlo.

Para participar

Por supuesto que la actividad tiene un costo, ya que es una iniciativa privada. El valor si es que la persona se inscribe antes del 31 de enero es de 25 mil pesos, luego de esa fecha, en las primeras semanas de febrero, es de 35 mil pesos.

Para participar es necesario contar con una computadora dotada de cámara y micrófono, los auriculares son optativos. Este equipamiento es fundamental porque los encuentros se basan en la participación de cada chico.

Los interesados pueden contactarse por mensaje de WhatsApp al 2645299930.
Los cupos son limitados.