Antes de partir a la gira por Estados Unidos, el futuro presidente Javier Milei confirmó que convocará a sesiones extraordinarias del Congreso para tratar un paquete de reformas y leyes que serán clave para el inicio de su flamante gobierno. Es una novedad de primer orden mientras sus principales escuderos negocian con urgencia la conformación de un nuevo equilibrio de poder en Diputados y el Senado y la designación de la conducción política de ambas cámaras.
La definición de Milei ocurrió este domingo, horas antes de tomar el vuelo que lo llevará a Nueva York y Washington, junto a su hermana Karina, el próximo jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el asesor Santiago Caputo, el empresario Gerardo Werthein, posible embajador en la capital de EE.UU., y una figura clave de la comitiva, Luis “Toto” Caputo, el hombre al que el futuro jefe de Estado definió como “el mayor experto financiero de la Argentina”. Se trata del primer viaje que realiza en condición de mandatario electo para mantener encuentros con la primera línea del establishment político y económico estadounidense.
“El día 11 de diciembre entra un paquete enorme de leyes con todas las reformas del Estado y un montón de leyes asociadas a ello. No vamos a esperar a marzo a que vengan las ordinarias. Vamos a llamar a sesiones extraordinarias y vamos a tratar todos estos temas porque es urgente. No podemos esperar hasta marzo, porque ese mes empieza a caer la demanda de dinero”, explicó Milei.
En una entrevista desde el Hotel Libertador, Milei no detalló el contenido de ese “paquete de reformas y leyes asociadas”, pero de sus declaraciones se desprende que no habrá un único texto, una “ley ómnibus”, que incorpore todas las medidas para poner en marcha su gobierno después de la asunción del domingo 10 de diciembre, en menos de dos semanas. En las últimas semanas y en simultáneo a la discusión sobre quiénes integrarán su equipo de gobierno y cómo quedarán conformadas las distintas minorías, en el Congreso se especulaba con esas opciones: si el futuro presidente iba a enviar un mega proyecto o muchos textos distintos.
Despejada esa incógnita, quedan en pie otras de enorme relevancia institucional y política: cómo se conformará cada Cámara, quiénes integrarán los bloques, si habrá o no interbloques y quiénes serán las autoridades de cada cuerpo. Mientras se multiplican los candidatos, al lunes no hay un nombre para la Presidencia Provisional del Senado y la Presidencia de la Cámara de Diputados, nombres que se inscriben en la línea sucesoria presidencial, detrás de la vice Victoria Villarruel.
Milei se refirió a ese punto: “Vamos a buscar el mejor equilibrio político para que las leyes tomen curso”. En la entrevista con Luis Majul, en LN+, el futuro presidente habló sobre las prioridades y urgencias que tiene por delante, sobre todo por los desafíos de naturaleza económica que dependen para su resolución de una enorme eficacia política.
“Mi prioridad a nivel económico es evitar la hiperinflación. Voy a utilizar todos los medios dentro de la ley, respetando los contratos y respetando los derechos de propiedad, para dar una solución que minimice esto, porque si no el daño nos va a llevar los niveles de pobreza del 95%”, afirmó Milei y se refirió a su decisión de aplicar “un plan de shock para poner en caja las cuentas públicas, solucionar las Leliq y arreglar el balance del Banco Central. Recién cuando tengamos eso encaminado vamos a empezar a abrir el cepo e ir a una unificación cambiaria”.
Economía y política
Esas definiciones y ese orden económico depende de una estructuración política que está en plena configuración. Es un esquema que se debería cristalizar en el gabinete que trabajará a orden del Presidente y el Congreso, que depende para su funcionamiento de un orden interno que sigue en construcción y que va a depender, además de la consistencia del equipo más cercano a Milei, de cierto acuerdo de sectores de la actual oposición.
¿Desarticulado Juntos por el Cambio, es el PRO y la UCR parte del oficialismo o de la oposición del futuro? ¿Y el peronismo no kirchnerista participará dentro de una coalición que responda a Milei o se mantendrán ajenos? ¿Cómo se contará cada banca para conformar las comisiones, sobre todo las decisivas, como Presupuesto, Legislación General, Justicia o, en el Senado, Acuerdos?
En la Cámara baja la incertidumbre se mantiene. Sigue Milei sosteniendo a Florencio Randazzo, como parte de un acuerdo macro con el peronismo no alineado de “El Gringo” Schiaretti, con pulgar abajo para Cristian Ritondo, pero se abrió a la posibilidad de que aceptar un “tapado”, que puede ser alguien como pasado peronista, como un libertario puro, como Martín Menem u Oscar Zago. El responsable de encontrarle la cuadratura a esos círculos es el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, un florentino que habla con tirios y troyanos.
El diputado Ritondo, de reconocidos pergaminos por una trayectoria reconocida como funcionario bonaerense, diputado y organizador de la última fiscalización, era pedido para Diputados por Mauricio Macri, a quien Milei anoche prodigó elogios mezclados con claros límites: “Tengo profundo agradecimiento tanto para el presidente Macri como con la señora Bullrich. Tuvieron una actitud extremadamente generosa, (el apoyo) lo hicieron de manera incondicional, no pusieron ninguna restricción, no pusieron nada”.
Pero entre las frases elogiosas, el presidente electo aprovechó para aclarar dos cosas. “A mí no me impone nadie nada” y si quiere convocar a alguien del PRO “los llamo yo directamente, no es una cuestión de fuerza política. Yo quiero tener a los mejores”. Esta es una definición de enorme importancia, porque le pone palabras a lo que, hasta la semana pasada, eran trascendidos, rumores o voces en off the record.
Milei no está dispuesto a dar señales de co-gobierno con Macri y si convoca a gente que estuvo en su gobierno, en primer lugar lo hará como parte de una decisión propia por su condición de “tener a los mejores” en su equipo y sin una intermediación ni un permiso ni un acuerdo político con el ex presidente.
Pero no es la relación de Milei lo único que puede definir “el mejor equilibrio político para que las leyes tomen curso”. Otros actores clave son los gobernadores, entre los que no hay ninguno que se haya proclamado simpatizante del futuro presidente, aunque todos esperan llevarse de la mejor manera. Es que la necesidad tiene cara de hereje. Para los gobernadores esa necesidad es siempre y en todo lugar de fondos para gastos corrientes, sueldos y, en pleno diciembre, el aguinaldo.
Por ahora sólo el chubutense Ignacio “Nacho” Torres (PRO), que asumirá la gobernación de su provincia en las próximas semanas, dijo que peligraba cumplir con la segunda cuota del Sueldo Anual Complementario. Pero el temor al recorte de ingresos atraviesa a mandatarios actuales y futuros de todos los partidos. Saben, de todos modos, que tienen el peso en el Senado y en Diputados para compensar ausencia de fondos por suficientes manos en ambas cámaras para darle forma al nuevo Congreso.
En la entrevista de la noche del domingo Milei puso en el escenario una decisión que puede ubicar a los gobernadores entre la disyuntiva de pagar o no las obligaciones con sus empleados públicos. “No hay más transferencias discrecionales, acá lo que manda es el criterio de la caja, porque no hay plata, no puedo dar plata que no tengo”, dijo el futuro jefe de Estado. Y aclaró que “hasta que no lleguemos a una caja nula no va a haber para nadie”.
Para un sector de los libertarios, que tienen diálogo con partes de la grieta, hay alternativas de que el acuerdo para el Senado y también para Diputados involucre a una parte de los radicales que gobiernan. Desde Maximiliano Abad, los representantes parlamentarios que responden a los gobernadores Maximiliano Pullaro (Santa Fe) o Alfredo Cornejo (Mendoza). Son otras diagonales, como el peronismo no kirchnerista, léase Schiaretti, o el PRO.
Disquisiciones que se aceleran cuando quedan de transición menos de trece días. Un proceso al que Sergio Massa -ex candidato derrotado por Milei y Ministro de Economía- le está poniendo especial foco para que se realice de una manera ordenada, institucional y sin traumas. Mientras tanto, analiza la propuesta de tres fondos internacionales. Al que más atención le prestó es al de Greylock Capital Management, liderado por Hans Humes. Pero no tanto como para descuidar la política. De hecho, decidió poner en marcha una fundación que va a depender del Frente Renovador. La va a conducir él y se va a llamar Fundación Encuentro. Para algunos el futuro llegó hace rato.