El municipio de Santa Lucía decidió poner en marcha un ejemplar proyecto que debería ser imitado por otros ejecutivos municipales, por el cual se permite incorporar en sus 20 jardines maternales a chicos Down de entre 3 y 4 años, que provengan de cualquier departamento.

Este proyecto de inclusión que se logró mediante un convenio con la Escuela de Educación Especial Aleluya tiene por objetivo no sólo la integración de estos chicos, sino también prepararlos para que puedan ingresar en la sala de 5 con los conocimientos básicos como dominar los lápices, distinguir los colores y saber diferenciar números de letras.

En la Argentina nunca es fácil manejarse con estadísticas fidedignas, muchas veces por falta de datos actualizados y otras, porque están distorsionados. Por ello, y porque la información del último censo todavía no está procesada, es que para hablar y reflexionar sobre discapacidad en nuestro país hay que acudir a la Encuesta Nacional de Personas de 2004, según la cual el 20,3% de los hogares del país cuenta con al menos uno de sus miembros con discapacidad.

Cuando se empieza a tratar este tema en profundidad, se comprende que siempre va mucho más allá de las personas que tienen una cierta discapacidad; abarca, en primer lugar, al núcleo familiar y, luego, a la comunidad en que esa familia está inserta. En el ámbito familiar es donde los roles deben reorganizarse rápidamente, una tarea nada fácil, porque muchas veces se encuentran solos para lograrlo. Cuanto más pronto se alcance ese equilibrio, es evidente que tanto la persona con capacidades diferentes como el resto de los miembros de su familia podrán adaptarse a la nueva realidad. Luego viene la etapa de salir al mundo exterior, y lo cierto es que la sociedad argentina no parece preparada para interactuar diariamente con personas con discapacidad. De allí los innumerables inconvenientes que sufren para integrarse, por ejemplo, en las escuelas.

Corresponde al Estado, muchas veces ausente, hacer cumplir las leyes, muchas y muy sabias, dictadas para buscar la inclusión de esta parte de la sociedad y que se cumplen muy parcialmente, sobre todo en lo relacionado con la inserción escolar o laboral. Pero al resto de la sociedad, a aquellos que están al tanto del tema y a los que se informan ahora gracias a la difusión que hacen los medios de comunicación, corresponde también asumir que con el apoyo de todos, las personas con discapacidad, ya desde pequeños, van a poder sentirse ciudadanos plenos.