Cuando las avenidas de París comenzaban a vaciarse después de una marcha nacional contra el atentado al semanario Charlie Hebdo, la Gran Sinagoga de esa ciudad recibió ayer a los líderes de Francia e Israel y a los familiares de las víctimas de uno de los ataques de esta semana.

Poco después de caer la noche, el presidente francés, Francois Hollande, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu entraron a la Gran Sinagoga, que se encuentra a unas 20 cuadras al Noroeste de la Plaza de la República, epicentro de la marcha nacional de ayer, y fueron recibidos con una ovación, según el diario local Le Monde.

Allí los esperaban para una ceremonia especial la cúpula y parte de la importante comunidad judía en Francia y las familias de las cuatro víctimas de esa confesión, que fallecieron en la toma de rehenes en el supermercado judío en París el viernes pasado, dos días después del atentado contra Charlie Hebdo.

Otro de los invitados especiales fue el imán Drancy Chagoumi, el presidente de la Asociación Cultural de los Musulmanes de Drancy, un suburbio al Norte de París, y el líder de la mezquita francesa de Al Nour. Chagoumi es un referente del movimiento parisino para un diálogo interreligioso, especialmente entre musulmanes y judíos.

Horas antes, Netanyahu había anunciado que los cuerpos de los cuatro franceses judíos que murieron en el supermercado kosher en el barrio de Vincennes serán enterrados en Israel.

Ayer hubo marchas en todo el mundo para condenar los atentados en Francia. En Buenos Aires más de 1.000 personas participaron de una frente a la embajada de Francia en Argentina. EFE, Télam, DyN.