Ayer los gobiernos de San Juan y de Mendoza anunciaron en forma conjunta un fuerte paquete de intervención en el mercado de uvas y vinos -con la postergación de la fecha de liberación y la inmovilización de vinos para la próxima cosecha que no registra antecedentes, al menos en la historia reciente del sector. El objetivo es tonificar los precios de uvas y vinos que están padeciendo una larga crisis este año, con sobrestock y precios por el piso.

La medida mas significativa y que era un viejo reclamo viñatero es la postergación de la fecha de liberación de vinos nuevos para la venta en el mercado, la cual tuvo un agregado de ‘desdoblamiento’ inédito: por primera vez fue fijada al 1 de noviembre de 2015 para las grandes bodegas que elaboren vinos con uvas propias, mientras que para los vinos de terceros y de bodegas chicas -que son el grueso en San Juan- la fecha de liberación será el próximo 1 de agosto de 2015.

Antes de esas fechas, si las bodegas quieren vender al mercado interno o fraccionar tendrán que recurrir a vinos propios del 2014, o bien salir a comprar a terceros. La otra medida de gran impacto es la fijación de porcentajes obligatorios para la cosecha de uvas y vinos. El próximo año se prohibirá la venta al mercado interno del 40% de los vinos blancos o tintos que se elaboren. O sea, quedará de libre disponibilidad el 60% de uva ingresada a bodega, y el 40% restante deberá ser destinada a mosto, exportación, destilación o a otros usos no vínicos; de lo contrario será inmovilizado. Con esto no será necesario el acuerdo de mosto. Además se establece la inmovilización del 30% del total de vinos existentes al 31 de diciembre del 2014, ‘con el objeto de retener el stock actual y promover que cada bodega salga al mercado a comprar según la demanda que tenga. Esta inmovilización va a estar segmentada por el tamaño de la bodega’’, dijo el gobernador Gioja ayer al hacer los anuncios, a la vez que Pérez hacia lo mismo en su provincia. En este sentido se aclaró luego que San Juan ya tiene previsto cumplir con este cupo al mandar a destilación un total de 20 millones de litros de vino blanco genérico a través del Certificado del Vino que comenzó a operar este lunes y hasta el 15 de febrero. También se reiteró el compromiso de prohibir la implantación de viñedos nuevos en el país, y buscar la creación de un fideicomiso para compras de uvas y vinos y de un Fondo Viñatero Argentino (ver página 3). ‘’Se busca con estas medidas que se mueva el mercado de vinos y que la compra de las bodegas sea lo más ágil posible’’, dijo Gioja, antes de agregar que si bien las decisiones las tomaron Mendoza y San Juan -que concentran el 90% de la producción de uvas de Argentina- ‘’vamos a invitar a otras provincias como La Rioja; Catamarca, Salta y Neuquén a que acompañen estas medidas”. El paquete de medidas anunciadas ayer apuntan a proteger a los productores de uva y el mercado interno, regulando la oferta de vinos disponibles el año próximo, para intentar que suban los precios. La fecha de liberación de los vinos normalmente siempre fue en junio de cada año, aunque algunas veces se atrasó cuando había quedado vino del año anterior en exceso. Lo más tarde fue en setiembre, en los años ‘70 pero nunca se había llegado al mes de noviembre como es el caso para las grandes bodegas con uvas propias. En el caso de San Juan esto afectará solo a la firma Peñaflor que tiene uvas propias, y no al resto de bodegas chicas o la cooperativa Fecovita que compra uvas de terceros. Además, se explicó que para la inmovilización del 40% de vinos 2015, en San Juan el porcentaje se tomará por provincia mientras que en Mendoza será por bodega.