De acuerdo con una y reserva con la otra. Esa la posición que asumió Alberto Hensel frente a dos propuestas del subsecretario de Minería de la Nación, Mario Capello, para cambiar el esquema de regalías. El ministro local del área se mostró en sintonía con que en todo el país se cobren de acuerdo a la rentabilidad de las empresas y hasta recordó que el sistema sanjuanino tiene ese espíritu. Pero respecto a la idea de modificar la alícuota y hacerla móvil, no le convence el momento: “No sé si en esta coyuntura ayude a atraer inversiones”, aseguró, dando idea de que por ahora prefiere que siga siendo el 3%. Y atendiendo a que San Juan podría embolsar menos dinero si la medida se aplicara ya, sostuvo que “sería bueno mantener el nivel de ingresos, para seguir haciendo obras y generar mano de obra”.

Capello tiró esas alternativas en una entrevista que le dio a este diario a poco de asumir. Se las quiere proponer a las provincias, porque son las dueñas de los recursos.

Las compañías que explotan oro y plata le pagan hoy a las provincias el 3%, pero hay matices. Aquí, el porcentaje se calcula sobre el valor al que las mineras venden los metales al exterior.

Capello impulsa que todas las provincias cobren lo mismo, entre el 4 y el 12% dependiendo de rentabilidad de las empresas. Esto es, que se lleven el 12% de la facturación menos los costos si la onza de oro escala a los valores de 2011 (1.600 dólares) y si el margen se achica, que apliquen una alícuota menor.

El ministro local coincidió en unificar reglas y compartir eventuales mermas del negocio, y como ejemplo de ésto último se refirió al mecanismo local: se impone el 3% de la facturación cuando el oro sobrepasa los 1.000 dólares (hoy están en 1073) y si baja de ese nivel, se cobra lo mismo pero deduciendo los costos de producción.

La reserva de Hensel está en la oportunidad para avanzar con una modificación del porcentaje. “En algunos países es así, pero no sé si en esta coyuntura ayude a atraer inversiones”, señaló. Y aunque la eliminación de las retenciones y el cepo al dólar favorecen al sector, aseguró que “hay un condicionante exógeno que es el precio de los metales”.

Y en una suerte de equilibrio, habló de no resignar dinero y garantizar el monto que consigue hoy el Estado a partir del 3% de la facturación. Es que si bien el nuevo sistema abriría la opción de recaudar más cuando los metales suban, hace tiempo que no repuntan y San Juan se expondría a recibir menos en lo inmediato.