¡Lo que son las cosas para el campo! En el Suplemento Verde del pasado sábado 19 de enero, hace sólo dos semanas, titulábamos nuestra nota de tapa: "Viene con récords el tomate para industria".

Es que algunos productores -en el Valle de Tulum, Ullum y Zonda, ya habían llegado a los 155.000 kilos por hectárea, y fuimos testigos de recorrer algunos lotes a los que les faltaba una semana para empezar la cosecha y se estimaban 170.000 kilos por hectárea. Mejoras de riego por goteo, fertilizaciones, guano a tiempo y controles varios de los chacareros llevaban a esperar esos números.

Y hoy, para algunos productores, son sólo lamentos.

Aquellos que tenían el grueso de sus kilos para la segunda quincena de enero, una etapa importante de San Juan en lo que respecta a rendimientos por hectárea, se vieron afectados seriamente por las sucesivas lluvias que cayeron en nuestra provincia. Estas afectaron Pocito, 9 de Julio, Rawson, San Martín, Santa Lucía y otros departamentos lejanos como Valle Fértil y Calingasta. Incluso granizo hubo en Caucete, 25 de Mayo, Pocito y Sarmiento.

Estas precipitaciones líquidas, que totalizaron 62 milímetros sólo en Sarmiento el 30 de enero, produjeron ataques de varios hongos, anegaron potreros, calles y callejones, impidieron el ingreso de máquinas de cosechar… y complicaron en demasía el trabajo de recolección final de esta roja hortaliza.

Además, algunas de las cosechadoras de las que hablábamos en esa edición de nuestro suplemento, se fueron a Mendoza, considerando que allá quedan muchas más hectáreas que cosechar que acá, donde está llegando a su ocaso la temporada.

Un serio inconveniente también para los productores, quienes teniendo ya todo organizado para la recolección rápida y simple con la herramienta mecánica de suma utilidad para estas labores, debió ir a buscar cuadrillas en el momento en que la uva y otros cultivos están demandando gente en cantidad.

Testimonios

Alfredo Fernández es un joven chacarero, nacido y criado en el departamento Pocito y que desde hace varios años hace tomate perita. Estuvo con otras agroindustrias, actualmente está trabajando con Baggio que tiene sede en Mendoza, con los cuáles acordó entregar la totalidad de sus 14 hectáreas, ubicadas en calle 13, al pie del cerro, muy cerca de Vidart.

Nos contó mientras recorríamos la finca en un día de intenso calor ‘hice 11 hectáreas con riego por goteo y 3 con riego tradicional, varias variedades, pero fundamentalmente la Hypeel 696, que es muy kilera, y con la que el año pasado llegué a los 130.000 kilos de promedio por hectárea’.

El gran movimiento de gente indicaba que era el último día de cosecha y el cansancio se le veía en el rostro, a pesar de su juventud. Nos dijo ‘finalmente, luego de recolectar con máquina gran parte de la finca, se tuvo que ir a Mendoza y nos quedó el final con gente, que es más costoso, lento y engorroso; pero gracias a Dios ya estamos terminando. No he logrado lo que quería, que era estar lo más alto posible en kilos, tuve lotes de 160.000 kilos por hectárea, pero ahora, en promedio, han bajado lotes donde había 150.000, en unos 110.000 y hasta 100.000, no más. Ahí no nos dan los números porque la arriesgada es grande y la inversión muy alta para estar en esos valores’.

Dependiendo de la zona de la finca, pero Fernández asegura que tuvo pérdidas por las lluvias de 25, 30 y hasta 40 % del total del tomate, al final del ciclo.

Una parte lo había transplantado a 1,40 metros entre líneas, con riego tradicional, ubicando una planta cada 0,25 metros; y otra parte lo hizo a 1,50 metros con riego por goteo. Agregó 10 toneladas de guano bien temprano y subsoló en diagonal. Hizo riegos programados y este año mejoró la fertirrigación, siempre respecto de la temporada pasada.

Nos cuenta el productor que otro inconveniente que se ha sumado es que se ha cortado el camino a Mendoza por la gran tormenta del miércoles a la noche en Media Agua, y que hay problemas para pasar los camiones hacia la fábrica.

En fin, se esperaba una cosecha récord, que no será. Estas últimas semanas con lluvias y tormentas de granizos en algunos departamentos han provocado una caída marcada en los rendimientos en has fincas que se pueden considerar ‘modelo’ por trabajar con la más alta tecnología disponible. Sin embargo, los números en algunos casos han sido más altos que los de la temporada pasada y eso alienta a seguir en este sector vital de la industria cuyana.