Desde hace 8 meses, David Sarmiento vive entre escombros y en una casa con riesgo de derrumbe, en Santa Lucía. En mayo del año pasado se hundió el piso de la cocina provocando un pozo de grandes dimensiones que se tragó el juego de comedor y un aparador. Cedió por la humedad de la cámara séptica. El hombre dijo que tuvo que enviar a sus hijos a vivir a la casa de un familiar por miedo a que se lastimen dentro de la vivienda deteriorada. Agregó que necesita colaboración, aunque sea con ripio para rellenar el pozo que sigue cediendo.

De lo que era la cocina no queda nada. Ese sector de la casa no sólo está a la intemperie, sino que además continúa con riesgo de derrumbe. ’Cuando se hundió el piso, vinieron los bomberos y me dijeron que había que derribar paredes y el techo porque estaban a punto de derrumbarse por la humedad. Lo hicimos, pero nadie me ayudó para poder levantar esa habitación de nuevo’, dijo Sarmiento.

Según el hombre, el municipio de Santa Lucía envió obreros para ayudarlo a derribar las paredes y el techo, también escombros para rellenar el pozo. Pero que no recibió más ayuda. ’Me dijeron que me iban a ayudar con materiales para construir, pero hasta ahora no recibí nada. Además, el pozo se sigue hundiendo y continúa el peligro. Es por eso que desde que se hundió el piso hace 8 meses, mi pareja y mis 3 hijos viven en la casa de su abuelo paterno’, dijo Sarmiento.

Agregó que también se quedó sin trabajo y que, por ahora, sobrevive con lo que gana haciendo changas en la Feria y Mercado de Abastos o pintando casas. Dijo que por este motivo no le alcanza el dinero para comprar materiales ni para alquilar una vivienda segura, y que por eso pide colaboración.

Por su parte, Héctor Navia, director de Acción Social de Santa Lucía, dijo que se le ofreció ayuda a Sarmiento, pero que la misma no se concretó porque el hombre no presentó la documentación necesaria. ’Este señor nos pidió una casa, pero le explicamos que no es competencia del municipio. Le ofrecimos tramitarle un módulo de emergencia o ayuda para reconstruir su casa a través del Ministerio de Desarrollo Humano, pero que para ello nos tenía que entregar la documentación con los datos del grupo familiar para iniciar un expediente, pero nunca la presentó’, dijo el funcionario.

Como Sarmiento no tiene dónde ir dijo que convive con el peligro de derrumbe porque el relleno del pozo comenzó a ceder y a hundirse. Además, también comenzó a ceder el piso que está alrededor del mismo con un desnivel bastante pronunciado hacia su centro. ’Tapé la boca del pozo con unas chapas y trato de no caminar cerca porque tengo miedo de volverme a caer’, aseguró.

En mayo del año pasado, cuando se hundió el piso, Sarmiento cayó en el pozo junto a los muebles de la cocina.